El invierno había llegado con más fiereza que otros años. La nieve cubría las aceras, las ramas de los árboles y los edificios. Hacía un frío horrible con temperaturas que descendían de los cero grados.
Todo el mundo en aquella ciudad estaba sufriendo las consecuencias. Los humanos tenían calefacción y ropa de invierno pero los pájaros, las palomas y los gatos sobrevivían a duras penas.
Un pajarito salió con su bufanda y sombrerito de su escondite para comer. Los pájaros son incapaces de retener el calor por lo que necesitan alimentarse constantemente los días de frío para que su metabolismo genere calor.
Como vemos el animalito en cuestión era especial, al igual que el amor del niño que lo cuidaba. El día anterior el pequeño humano le había puesto la ropita echa por su abuelita tejedora y ahora le alimentaba con miguitas de pan.
Una ráfaga de viento gélido irrumpió y tanto humano como pajarito se refugiaron detrás de un árbol. Se miraron y se sonrieron con las miradas tiernamente. Después el niño siguió alimentando a su pequeño amigo, mientras su abuelita alegre con la bondad de su nieto contemplaba la escena desde el balcón de su piso bien abrigada.
Todo el mundo en aquella ciudad estaba sufriendo las consecuencias. Los humanos tenían calefacción y ropa de invierno pero los pájaros, las palomas y los gatos sobrevivían a duras penas.
Un pajarito salió con su bufanda y sombrerito de su escondite para comer. Los pájaros son incapaces de retener el calor por lo que necesitan alimentarse constantemente los días de frío para que su metabolismo genere calor.
Como vemos el animalito en cuestión era especial, al igual que el amor del niño que lo cuidaba. El día anterior el pequeño humano le había puesto la ropita echa por su abuelita tejedora y ahora le alimentaba con miguitas de pan.
Una ráfaga de viento gélido irrumpió y tanto humano como pajarito se refugiaron detrás de un árbol. Se miraron y se sonrieron con las miradas tiernamente. Después el niño siguió alimentando a su pequeño amigo, mientras su abuelita alegre con la bondad de su nieto contemplaba la escena desde el balcón de su piso bien abrigada.