De la creación de Tony Blair de su famosa tercera vía desde la izquierda del Centro-Izquierda hasta casi la derecha del Centro-Izquierda ha pasado mucho. Aquel modelo que le permitió encontrar un modelo ideológico cómodo y eficacia política se ha diluido. No se sostiene a día de hoy porque el Partido Laborista fue incapaz de readaptarlo paulatinamente a los nuevos tiempos para que siguiese siendo viable.
No obstante las élites del partido, así como muchos pensadores y un buen número de votantes de esta formación política se niegan a superarlo. En cambio no son capaces de articular su reforma.
Es por ello que únicamente han presentado una cara, la de Owen, para enfrentarse al deseo de Corbyn de reformar la posición ideológica del partido. Esto les ha conducido a la derrota.
Esta cohibido y confuso Jeremy Corbyn, pues su apuesta es el izquierdismo contestatario pero esta dirigiendo un partido de Centro-Izquierda que es un pilar de la política británica (con lo que ello implica de ligazon). Aún así la fe de los militantes laboristas en él se mantiene, ya que es la única esperanza que tienen y porque esta calando no sólo en ellos sino también en todos los británicos el discurso antiestablishment (como se constató en parte en el triunfo del Brexit).
Los tumbos de Corbyn y la escasa defensa que hizo del Leave en la UE, pues es un gran crítico de las políticas europeas e incluso en su momento voto en contra de entrar en la UE, le convierten más en un lastre que en un activo para un partido moderado. Pese a ello es el único capaz de representar el deseo de cambio de la sociedad británica, aunque ni él mismo es capaz de articular ese cambio.
Sobrevive políticamente gracias al contexto político y por lo que creen que puede llegar a hacer, no por sus capacidades y errores que ya le habrían costado la destitución.
Publicado en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL - 24-9-16