La amplia victoria de Bolsonaro que se ha quedado cerca de ganar en primera vuelta se ha fundamentado en que ha sabido representar el voto descontento con la situación del país. En esos el candidato más alejado del poder y con mayor radicalismo es el mejor situado siempre que tenga un mínimo de carisma y un discurso llamativo.
Las críticas a este tipo de políticos no suelen afectarles porque siempre tienen un electorado muy sólido fruto del radicalusmo que les permite sobrevivir en la sombra y una vez que aprovechan el momento subiéndose a la ola tienen amortizada la crítica porque ya sexta be lo que son, habiéndose acercado la gente hacia ellos pese a ello por lo que lo relativizan y además las críticas ayudan a agrupar al moviendo así como polarizando la política saliendo muy beneficiado ese candidato de ello.
El Partido de los Trabajadores salió muy perjudicado por los resultados insuficientes de su gobierno, aunque es discutible dado el esfuerzo que había que hacer y la situación social y en otras áreas del país, así como sobre todo por la rivalidad que el resto del electorado percibía sobre él. Todo ello y que Haddad no es un líder del potencial de Lula le ha debilitado mucho.
Y a todo esto debe destacarse que Dilma no logró representación por el Senado. Lo cual indica la profunda oposición y crítica al gobierno de ese partido.
Cuesta creer que Haddad pueda aglutinar un movimiento aglutinador para frenar a Bolsonaro por todo lo dicho anteriormente y la gran posición que ha conseguido el candidato de derecha profunda.
Publicado en Mapeando