El peligro de la ruta del Mediterráneo ha provocado que la ruta turca y del Mar Egeo cobre priorizar para las migraciones hacia Europa.
Los intentos de que Turquía haga de tapón ante el desborde que sufren las fronteras de la UE, se topan con que en el país turco ya hay más de dos millones de inmigrantes permanentes. Un peso muy difícil de soportar para cualquier país.
Es por ello que desde Bruselas se ofrece dinero a Ankara e incluso una mayor aceleración de las negociaciones de su adeshion al club europeo, aunque pensar en que esto culmine es cuanto menos dudoso por las voluntades de todas las partes implicadas.
Pensar en que Turquía, aún con gran ayuda económica externa, haga de tapón efectivo es irreal y más con el torrente de refugiados que pretenden atravesarla constantemente.
Ahora a ello se ha sumado la propuesta francogermana de que el país del Bósforo acepte una especie de repatriación de refugiados. Un absurdo pues los inmigrantes que llegan a la UE no son nacionales turcos y el gobierno turco no sólo no tiene ninguna obligación internacional, ni siquiera es miembro de la UE para que se le imponfan cuotas de refugiados, para acogerlos sino que es inviable que lo haga.
Publicado en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL - 4-3-16