LA CONFLAGRACIÓN DECISIVA
En 1.701 arranco la guerra de sucesión española. Un conflicto clave en la historia de España y que marco nuestro destino, en concreto provoco el cambio de modelo de gestión nacional y el principio de nuestra decadencia.
Hasta entonces España era un Estado profundamente descentralizado con territorios con privilegios históricos y fueros en la propia Península Ibérica, con una dimensión imperial considerable y un gran peso internacional poseyendo amplios territorios en Europa (Flandes y gran parte de Italia).
La guerra empezó porque Carlos II fue incapaz de tener hijos y por tanto se produjo una clásica disputa entre pretendientes que se azuzo con los apoyos internacionales que recibió cada uno. Por un lado Carlos III perteneciente a la casa de los Habsburgo, la casa que desde el siglo XVI reino en España, y Felipe V de la casa de los Borbones. El primero era apoyado fundamentalmente por Gran Bretaña y otros países mientras que al segundo únicamente lo apoyaban Francia y Baviera.
Tras doce años de incesante lucha que sumieron a la Península Ibérica de sangre y miseria así como en otras zonas de Europa Occidental se produjo un giro radical cuando el emperador de Alemania, Leopoldo, murió y Carlos III paso a ser su sucesor. Gran Bretaña temiendo el poder que tendría Carlos III al unir las coronas de España y del Sacro Imperio Romano Germano, como sucedió con Carlos V, decidió dejarle de apoyar lo que supuso una ventaja decisiva en favor de Felipe
V. Así que después de otros dos años, los que se tardaron en someter a Cataluña y Baleares, Felipe V fue reconocido internacionalmente como legitimo rey de España después de que renunciara a sus derechos sucesorios sobre la corona de Francia.
Haciendo repaso de lo sucedido sacamos en claro que menos España de la guerra se favorecieron todos porque Gran Bretaña consiguió evitar el dominio de una sola casa real sobre toda Europa y consiguió plazas estratégicas (Gibraltar y Menorca), Austria se anexiono Flandes y el duque de Saboya se anexiono la corona de Sicilia. Por eso territorialmente y en términos de desgaste fue un desastre que marco nuestro fin como súper potencia mundial pero internamente provoco una serie de cambios extremadamente necesarios. Dichos cambios pasaron por la abolición de los fueros y los privilegios históricos, la introducción del Despotismo Ilustrado, modernización y librarnos del estancamiento de los últimos años del reinado austracista.
MIGUEL ÁNGEL - 30 Abril del 2.009
En 1.701 arranco la guerra de sucesión española. Un conflicto clave en la historia de España y que marco nuestro destino, en concreto provoco el cambio de modelo de gestión nacional y el principio de nuestra decadencia.
Hasta entonces España era un Estado profundamente descentralizado con territorios con privilegios históricos y fueros en la propia Península Ibérica, con una dimensión imperial considerable y un gran peso internacional poseyendo amplios territorios en Europa (Flandes y gran parte de Italia).
La guerra empezó porque Carlos II fue incapaz de tener hijos y por tanto se produjo una clásica disputa entre pretendientes que se azuzo con los apoyos internacionales que recibió cada uno. Por un lado Carlos III perteneciente a la casa de los Habsburgo, la casa que desde el siglo XVI reino en España, y Felipe V de la casa de los Borbones. El primero era apoyado fundamentalmente por Gran Bretaña y otros países mientras que al segundo únicamente lo apoyaban Francia y Baviera.
Tras doce años de incesante lucha que sumieron a la Península Ibérica de sangre y miseria así como en otras zonas de Europa Occidental se produjo un giro radical cuando el emperador de Alemania, Leopoldo, murió y Carlos III paso a ser su sucesor. Gran Bretaña temiendo el poder que tendría Carlos III al unir las coronas de España y del Sacro Imperio Romano Germano, como sucedió con Carlos V, decidió dejarle de apoyar lo que supuso una ventaja decisiva en favor de Felipe
V. Así que después de otros dos años, los que se tardaron en someter a Cataluña y Baleares, Felipe V fue reconocido internacionalmente como legitimo rey de España después de que renunciara a sus derechos sucesorios sobre la corona de Francia.
Haciendo repaso de lo sucedido sacamos en claro que menos España de la guerra se favorecieron todos porque Gran Bretaña consiguió evitar el dominio de una sola casa real sobre toda Europa y consiguió plazas estratégicas (Gibraltar y Menorca), Austria se anexiono Flandes y el duque de Saboya se anexiono la corona de Sicilia. Por eso territorialmente y en términos de desgaste fue un desastre que marco nuestro fin como súper potencia mundial pero internamente provoco una serie de cambios extremadamente necesarios. Dichos cambios pasaron por la abolición de los fueros y los privilegios históricos, la introducción del Despotismo Ilustrado, modernización y librarnos del estancamiento de los últimos años del reinado austracista.
MIGUEL ÁNGEL - 30 Abril del 2.009