LA OPORTUNIDAD PERDIDA
En el siglo XIX España termino de desplomarse, ya venía arrastrando una decadencia durante todo el siglo XVIII que tuvo su origen en la Guerra de Sucesión, lo que hizo que nuestro país entrase en el siglo XX con míseras e irrisorias colonias y sin ser siquiera la sombra de lo que fue apenas una centuria antes. Como digo en el título hubo una oportunidad que se perdió, fue a principios del siglo XIX después de la Guerra de Independencia, en ese momento se pudo haber puesto el
freno pero en vez de eso se puso el acelerador.
Fernando VII dio un golpe contra su propio padre y Napoleón se ofreció para hacer de arbitro, les tomo el pelo y consiguió que ambos abdicaran para nombrar el a su hermano José Bonaparte como rey de España, se iniciaba la Guerra de Independencia (de 1.808 a 1.814) en la que el pueblo español derroto al mayor ejército del mundo por aquel entonces. Durante la cual las Cortes de Cádiz hicieron la primera Constitución de España surgiendo así la oportunidad que menciono. Al final de la citada guerra el personaje que nos ocupa, Fernando VII, cometió un error y temiendo que se consolidase el régimen liberal en España negocio el Tratado de Valençay (firmado el 11 de diciembre de 1.813) con Napoleón por el cual se volvía a las fronteras anteriores reconociendo Napoleón a Fernando VII como legitimo rey de España, como digo fue una equivocación que no nos permitió sentarnos como vendedores en el Congreso de Viena siendo además ninguneados. Fernando VII llego a Valencia (16 de abril de 1.814) donde le recibieron dos diputados, uno liberal que representaba a la regencia pidiéndole que firmase la Constitución y otro conservador que le entrego el Manifiesto de los Persas (firmado por 69 diputados que le pedían que fuese un rey absolutista), obviamente por su camino plagado de sed de poder ya tenía claro lo que quería (golpe contra su propio padre y Tratado de Valençay con Napoleón) y rechazo la Constitución.
El apoyo del general Elío (17 de abril de 1.814) le ayudo, realizo un decreto reinstaurando la monarquía absolutista (4 de mayo de 1.814) y salió de Valencia hacía Madrid (partió el 5 de mayo y llego el 10 de mayo de 1.814) donde fue aclamado por el pueblo (en aquel entonces la gente identificaba la patria con los reyes), las Cortes no opusieron resistencia. Aún se habría podido aprovechar la oportunidad (aunque era ya tarde para evitar la perdida de las colonias de Sudamérica) con el golpe del general Riego que inicio el Trienio Liberal (de 1.820 a 1.823) pero Fernando VII pidió ayuda a la Santa Alianza que mando un ejército comandado por el duque de Angulema que le devolvió el poder absoluto, se inicio entonces la década ominosa en que se persiguió a los liberales y a todo sospechoso de pedir reformas.
Si Fernando VII hubiese tenido inteligencia y sentido de estado no hubiese firmado el Tratado de Valençai con Napoleón con lo que habría alargado la Guerra de Independencia pero habría obtenido beneficios del Congreso de Viena, y habría aceptado
la Constitución de Cádiz permitiendo la realización de las necesarias reformas internas y consolidando un régimen liberal (que nos habría ahorrado las desangrantes Guerras Carlistas). España habría salido fortalecida y se habría recuperado deteniendo la decadencia y manteniendo además sus colonias americanas retrasando su independencia al menos hasta finales del siglo XIX o principios del siglo XX.
MIGUEL ÁNGEL - 7 septiembre de 2.008
En el siglo XIX España termino de desplomarse, ya venía arrastrando una decadencia durante todo el siglo XVIII que tuvo su origen en la Guerra de Sucesión, lo que hizo que nuestro país entrase en el siglo XX con míseras e irrisorias colonias y sin ser siquiera la sombra de lo que fue apenas una centuria antes. Como digo en el título hubo una oportunidad que se perdió, fue a principios del siglo XIX después de la Guerra de Independencia, en ese momento se pudo haber puesto el
freno pero en vez de eso se puso el acelerador.
Fernando VII dio un golpe contra su propio padre y Napoleón se ofreció para hacer de arbitro, les tomo el pelo y consiguió que ambos abdicaran para nombrar el a su hermano José Bonaparte como rey de España, se iniciaba la Guerra de Independencia (de 1.808 a 1.814) en la que el pueblo español derroto al mayor ejército del mundo por aquel entonces. Durante la cual las Cortes de Cádiz hicieron la primera Constitución de España surgiendo así la oportunidad que menciono. Al final de la citada guerra el personaje que nos ocupa, Fernando VII, cometió un error y temiendo que se consolidase el régimen liberal en España negocio el Tratado de Valençay (firmado el 11 de diciembre de 1.813) con Napoleón por el cual se volvía a las fronteras anteriores reconociendo Napoleón a Fernando VII como legitimo rey de España, como digo fue una equivocación que no nos permitió sentarnos como vendedores en el Congreso de Viena siendo además ninguneados. Fernando VII llego a Valencia (16 de abril de 1.814) donde le recibieron dos diputados, uno liberal que representaba a la regencia pidiéndole que firmase la Constitución y otro conservador que le entrego el Manifiesto de los Persas (firmado por 69 diputados que le pedían que fuese un rey absolutista), obviamente por su camino plagado de sed de poder ya tenía claro lo que quería (golpe contra su propio padre y Tratado de Valençay con Napoleón) y rechazo la Constitución.
El apoyo del general Elío (17 de abril de 1.814) le ayudo, realizo un decreto reinstaurando la monarquía absolutista (4 de mayo de 1.814) y salió de Valencia hacía Madrid (partió el 5 de mayo y llego el 10 de mayo de 1.814) donde fue aclamado por el pueblo (en aquel entonces la gente identificaba la patria con los reyes), las Cortes no opusieron resistencia. Aún se habría podido aprovechar la oportunidad (aunque era ya tarde para evitar la perdida de las colonias de Sudamérica) con el golpe del general Riego que inicio el Trienio Liberal (de 1.820 a 1.823) pero Fernando VII pidió ayuda a la Santa Alianza que mando un ejército comandado por el duque de Angulema que le devolvió el poder absoluto, se inicio entonces la década ominosa en que se persiguió a los liberales y a todo sospechoso de pedir reformas.
Si Fernando VII hubiese tenido inteligencia y sentido de estado no hubiese firmado el Tratado de Valençai con Napoleón con lo que habría alargado la Guerra de Independencia pero habría obtenido beneficios del Congreso de Viena, y habría aceptado
la Constitución de Cádiz permitiendo la realización de las necesarias reformas internas y consolidando un régimen liberal (que nos habría ahorrado las desangrantes Guerras Carlistas). España habría salido fortalecida y se habría recuperado deteniendo la decadencia y manteniendo además sus colonias americanas retrasando su independencia al menos hasta finales del siglo XIX o principios del siglo XX.
MIGUEL ÁNGEL - 7 septiembre de 2.008
ESPAÑA EN LA ENCRUCIJADA
A la muerte del sátrapa Fernando VII obtuvo la corona Isabel II. Una niña que no estaba preparada y que tuvo varias regencias hasta que asumió ella misma el poder. Esto fue posible por la supresión de la ley Sálica por parte de Fernando
VII, dicha ley evitaba que las mujeres estuvieran en la línea sucesoria del trono (en la actual Constitución esta ley esta vigente) y su eliminación provoco las guerras Carlistas que desangraron al país.
En su minoría de edad las regencias estuvieron controladas en su mayoría por los Moderados (liderados por el general Narváez) que abogaba por la defensa de los derechos de la aristocracia, aunque también tuvieron su oportunidad los progresistas (liderados por el general Espartero) y que defendían el derecho de voto universal y restar poder a la nobleza. Destaca en este periodo la ley de desamortización de Mendizábal y el fin de la Primera Guerra Carlista en 1.839 (Espartero logro firmar la paz con Maroto después de duras negociaciones con el abrazo de Vergara).
Al asumir el trono la reina demostró sus preferencias por los Moderados y a ellos les encargo el gobierno durante una década (1.844 a 1.854) gobernando el país como un cuartel y destacando la reforma de la Hacienda realizada por el ministro Mon. Fue interrumpido este periodo con el Golpe de Estado del general Espartero que dio paso al Bienio Progresista, durante el cual se hicieron grandes reformas aceleradas como una nueva ley de desamortizaciones (Madoz) y el traspaso de bienes de los ayuntamientos a los campesiones así como la ley de ferrocarriles (comenzó a desarrollarse el ferrocarril). Otro Golpe de Estado se produjo y el general O´Donell asumió el mando volviendo poniendo a su Unión Liberal en el poder (de 1.856 a
1.868), embarcándose en las campañas de Marruecos junto con la expedición a Méjico y la guerra del Pacífico.
Finalmente la muerte de O´Donell y Narváez resto apoyos a la reina y con la revolución militar del verano de 1.868 Isabel II tuvo que exiliarse.
Como hemos visto un convulso episodio de la política española con divisiones entre liberales y defensores del antiguo régimen. Las Guerras Carlistas no fueron otra cosa que el enfrentamiento entre los que querían reformar España mediante el
liberalismo y quienes querían volver a la situación anterior de monarquía absoluta. Los distintos gobiernos que se sucedieron fueron una clara muestra de la inmadurez política de España porque cada uno desandaba el camino que había realizado el anterior y se hacía una Constitución a su medida, además esto permitió que las fuerzas inmovilistas no fuesen erradicadas (que apoyaron el Carlismo) y no se modernizase el país.
Desafortunadamente el papel de la reina fue muy débil y debido implicarse en los asuntos de Estado mostrando un papel mas activo hacía una política concreta no permitiendo las intromisiones de los militares, aunque esto último es pedir demasiado.
MIGUEL ÁNGEL - 18 Octubre del 2.008
A la muerte del sátrapa Fernando VII obtuvo la corona Isabel II. Una niña que no estaba preparada y que tuvo varias regencias hasta que asumió ella misma el poder. Esto fue posible por la supresión de la ley Sálica por parte de Fernando
VII, dicha ley evitaba que las mujeres estuvieran en la línea sucesoria del trono (en la actual Constitución esta ley esta vigente) y su eliminación provoco las guerras Carlistas que desangraron al país.
En su minoría de edad las regencias estuvieron controladas en su mayoría por los Moderados (liderados por el general Narváez) que abogaba por la defensa de los derechos de la aristocracia, aunque también tuvieron su oportunidad los progresistas (liderados por el general Espartero) y que defendían el derecho de voto universal y restar poder a la nobleza. Destaca en este periodo la ley de desamortización de Mendizábal y el fin de la Primera Guerra Carlista en 1.839 (Espartero logro firmar la paz con Maroto después de duras negociaciones con el abrazo de Vergara).
Al asumir el trono la reina demostró sus preferencias por los Moderados y a ellos les encargo el gobierno durante una década (1.844 a 1.854) gobernando el país como un cuartel y destacando la reforma de la Hacienda realizada por el ministro Mon. Fue interrumpido este periodo con el Golpe de Estado del general Espartero que dio paso al Bienio Progresista, durante el cual se hicieron grandes reformas aceleradas como una nueva ley de desamortizaciones (Madoz) y el traspaso de bienes de los ayuntamientos a los campesiones así como la ley de ferrocarriles (comenzó a desarrollarse el ferrocarril). Otro Golpe de Estado se produjo y el general O´Donell asumió el mando volviendo poniendo a su Unión Liberal en el poder (de 1.856 a
1.868), embarcándose en las campañas de Marruecos junto con la expedición a Méjico y la guerra del Pacífico.
Finalmente la muerte de O´Donell y Narváez resto apoyos a la reina y con la revolución militar del verano de 1.868 Isabel II tuvo que exiliarse.
Como hemos visto un convulso episodio de la política española con divisiones entre liberales y defensores del antiguo régimen. Las Guerras Carlistas no fueron otra cosa que el enfrentamiento entre los que querían reformar España mediante el
liberalismo y quienes querían volver a la situación anterior de monarquía absoluta. Los distintos gobiernos que se sucedieron fueron una clara muestra de la inmadurez política de España porque cada uno desandaba el camino que había realizado el anterior y se hacía una Constitución a su medida, además esto permitió que las fuerzas inmovilistas no fuesen erradicadas (que apoyaron el Carlismo) y no se modernizase el país.
Desafortunadamente el papel de la reina fue muy débil y debido implicarse en los asuntos de Estado mostrando un papel mas activo hacía una política concreta no permitiendo las intromisiones de los militares, aunque esto último es pedir demasiado.
MIGUEL ÁNGEL - 18 Octubre del 2.008