OTRA CUMBRE DE LA DESUNIÓN ÁRABE
La última reunión de la Liga Árabe realizada hace apenas una semana ha mostrado de nuevo la desunión que vive el mundo islámico. No han sido capaces de nuevo de superar sus rencillas y buscar una posición común para solucionar los problemas existentes en Oriente Medio y en el Magreb.
Durante la celebración de la misma se vivo al comienzo una fuerte bronca entre Arabia Saudi y Libia, al llamar Gadafi al rey Abdalá servidor de EEUU. Bien es cierto que Arabia Saudita actualmente cuenta con bases militares de EEUU en su territorio pero siempre viene desarrollando en la última década una política abierta al diálogo con muchos claroscuros (financia el Wahhabismo que es una versión radical del Sunnismo en la que inspiran algunos movimientos terroristas islámicos), lo sorprendente es que Gadafi dijera eso porque Libia en los últimos 5 años ha pasado de ser un enemigo de Occidente a convertirse en un aliado de EEUU en el Magreb.
Otro gesto polémico pero en conjunto fue el respaldo que dio toda la Liga Árabe al Presidente de Sudán reclamado por la Corte Penal Internacional dados sus crímenes de guerra en Darfur, región sudanesa donde han muerto más de un millón de personas. Esto supone un duro golpe porque Omar al-Bachir de esta forma ha adquirido protección y respaldo internacional, con lo cual se complica la posibilidad de hacer justicia por el genocidio de Darfur y complica la solución pacífica de ese conflicto.
La desunión llego cuando se trato el asunto de Palestina. Fueron precisamente como no los más radicales quienes sembraron la discordia y es que Siria lidero un bloque de países que exigían mano dura con Israel mientras que Egipto se posiciono liderando un grupo de países a favor del diálogo con Israel, no reconciliándose las posiciones y por tanto sin acordar una posición común.
Desgraciadamente ha sido una cumbre tirada a la basura y donde los lideres musulmanes se han tirado los trastos a la cabeza de nuevo. Una lastima porque la Liga Árabe tiene mucho peso y si se hubiese posicionado unida a favor del diálogo y de colaborar para solucionar los problemas de Oriente Medio se habría lograda bastante en un tiempo en el que EEUU esta dispuesto a volcarse de lleno en la zona.
MIGUEL ÁNGEL - 7 Abril del 2.009
La última reunión de la Liga Árabe realizada hace apenas una semana ha mostrado de nuevo la desunión que vive el mundo islámico. No han sido capaces de nuevo de superar sus rencillas y buscar una posición común para solucionar los problemas existentes en Oriente Medio y en el Magreb.
Durante la celebración de la misma se vivo al comienzo una fuerte bronca entre Arabia Saudi y Libia, al llamar Gadafi al rey Abdalá servidor de EEUU. Bien es cierto que Arabia Saudita actualmente cuenta con bases militares de EEUU en su territorio pero siempre viene desarrollando en la última década una política abierta al diálogo con muchos claroscuros (financia el Wahhabismo que es una versión radical del Sunnismo en la que inspiran algunos movimientos terroristas islámicos), lo sorprendente es que Gadafi dijera eso porque Libia en los últimos 5 años ha pasado de ser un enemigo de Occidente a convertirse en un aliado de EEUU en el Magreb.
Otro gesto polémico pero en conjunto fue el respaldo que dio toda la Liga Árabe al Presidente de Sudán reclamado por la Corte Penal Internacional dados sus crímenes de guerra en Darfur, región sudanesa donde han muerto más de un millón de personas. Esto supone un duro golpe porque Omar al-Bachir de esta forma ha adquirido protección y respaldo internacional, con lo cual se complica la posibilidad de hacer justicia por el genocidio de Darfur y complica la solución pacífica de ese conflicto.
La desunión llego cuando se trato el asunto de Palestina. Fueron precisamente como no los más radicales quienes sembraron la discordia y es que Siria lidero un bloque de países que exigían mano dura con Israel mientras que Egipto se posiciono liderando un grupo de países a favor del diálogo con Israel, no reconciliándose las posiciones y por tanto sin acordar una posición común.
Desgraciadamente ha sido una cumbre tirada a la basura y donde los lideres musulmanes se han tirado los trastos a la cabeza de nuevo. Una lastima porque la Liga Árabe tiene mucho peso y si se hubiese posicionado unida a favor del diálogo y de colaborar para solucionar los problemas de Oriente Medio se habría lograda bastante en un tiempo en el que EEUU esta dispuesto a volcarse de lleno en la zona.
MIGUEL ÁNGEL - 7 Abril del 2.009