LA NECESIDAD DE VOLCARSE A ÁFRICA Y DE ENTRAR EN LA UA
Recientemente se ha celebrado una cumbre de la Unión Africana a la que Mariano Rajoy, Presidente del gobierno de España, fue el único invitado. Es frecuente que a algunas de las reuniones de Jefes de Estado de esta organización acudan invitados de fuera del continente, una práctica que les beneficia cara a atraer atención e inversiones de naciones extranjeras.
La posición de España tiene ventajas estratégicas que deberían ser explotadas; Una de ellas es la de la gran cercanía a África. De hecho incluso posee España territorios en el citado continente como son Ceuta y Melilla, el peñón de Alhucemas, el peñón de Velez de la Gomera y el islote Perejil. Hace un siglo se decía que España empezaba en los Pirineos para justificar lamentablemente la colonización de Marruecos. Y es que ese el continente negro siempre ha estado presente en la historia de España; La llegada de los árabes se produjo por el estrecho de Gibraltar, a principios del s. XVI el rey Fernando el Católico rechazo un plan de colonización del continente (prefirió invertir los recursos en la guerra contra Francia por Italia), en los siglos posteriores la actividad de la piratería tolerada por el Imperio Otomano que controlaba indirectamente el Magreb obligo al país a conquistar varias plazas (Melilla, Orán, Bujía, Túnez, Trípoli y a intentar tomar Argel), a finales del S. XIX y principios del S. XX el proceso lento y costoso de la colonización de Marruecos, posteriormente la descolonización con la poca conocida guerra de Ifni y la Marcha Verde así como el espinoso asunto de las islas Canarias que Gadaffi quería incluir como territorios a descolonizar pero finalmente España consiguió que la UA no reconociese el territorio como africano, y finalmente los problemas de inmigración que se sufren en llegadas en patera y saltos masivos de las vallas de Melilla y Ceuta.
Es decir que la relación de España con África fue siempre tormentosa y sin poder sacarle prácticamente provecho.
África es un continente que está viviendo un lento despertar acuciado de problemas. Repasemos en general la situación rápidamente; Subdesarrollo, fragilidad gubernamental, sociedad poco desarrollada y en muchos casos tanto analfabetismo como hambruna y falta de libertades. Pero eso no es todo pues existen conflictos internos (como Cassamance en Senegal) o se dieron (léase Zimbabwe) que han lastrado a muchas naciones y en otros casos guerras (véase la RD Congo) o guerras frías derivadas de conflictos anteriores (como entre Marruecos y Argelia) o aún por explotar (véase Eritrea con Etiopía o Sudán con Sudan del Sur). Un factor añadido es la descolonización precipitada y mal organizada en un ambiente de guerra fría entre dos ideologías (capitalista y comunista) a escala mundial que propicio una inestabilidad en África tremenda, además de que el mapa no se corresponde con la lógica pues habían bombas de relojería (comunidades a ambos lados de las fronteras, mezcla de etnias, etc) y muchos países no existían anteriormente el imperio de Mali, la nación Zulu, etc) sino que se crearon países artificiales.
La situación del continente está progresando poco a poco en cuanto a desarrollo, especialmente en algunos países como Senegal y Sudáfrica, aunque está estancada en otros como Chad o Burkina Faso. Sin embargo los avances democráticos y en Derechos Humanos ha evolucionado poco, por ejemplo las leyes homofobas en Uganda y sus intentos por evitar someterse a la autoridad de la Corte Internacional de Justicia.
Estratégicamente la afortunada ausencia prácticamente de guerras entre naciones no se traduce en tranquilidad pues los gobiernos del Sahel están perdiendo terreno ante grupos terroristas de origen islamista radical. Además China se ha lanzado a por el continente consiguiendo multitud de contratos apoyando incluso a regímenes genocidas (véase Sudán del Norte) o dictatoriales brutales (como Zimbabwe) reaccionando EEUU e incluso Japón ha empezado a desarrollar una estrategia en la zona (inversiones, colaboración y obtención de contratos), en cambio la UE aunque no se ha olvidado de la zona únicamente se ha centrado en ayuda al desarrollo y la iniciativa de Unión para el Mediterráneo se queda en la zona del Magreb aparte de ser light y desarrollada exclusivamente con el interés de Francia y España (véase mi artículo sobre la oportunidad que supone la Unión para el Mediterráneo).
Es hora que España aproveche su cercanía con África y que tiene enclaves africanos en territorio continental, al contrario que cualquier otro país del mundo, pero no de las formas de las otras naciones interesadas en la zona sino como un miembro más ¿Por qué no entrar en la Unión Africana? La membresía de España a la UA no implicaría abandonar la UE pues es una organización sin estructuras prácticamente que no ha llegado a ser de integración pese a sus esfuerzos (ni Mbeki, ni Bouteflika, ni Gadaffi lo consiguieron), es por tanto un carta que España podría usar. Analicemos los pros y las contras de esta medida: Los pros serían participar como uno más en las relaciones pudiendo conseguir no solo influencia sino también más acceso para poder mediar, aconsejar y trabajar por la implantaciones del respeto a los Derechos Humanos aportando conocimientos y otra visión a esos países desde la UA. Las contras serían principalmente que España no podría participar en procesos de integración que afecten a competencias que España tenga cedidas a la UE y que Marruecos, nuestro principal vecino africano junto con Argelia y en el que se centra la política exterior española en el continente, no está en la UA pues esta reconoce la República Árabe Saharauí por lo que debería asegurarse que la entrada de España en África no incluya el reconocimiento de dicha república impidiendo así que se rompiesen las relaciones entre España y Marruecos, unas relaciones que a España le conviene mantener cordiales y de cooperación.
En consecuencia España no solo por sus intereses estratégicos por explotar sino también por necesidad como por frenar la implantación del terrorismo y frenar la inmigración ilegal desarrollando sus países, necesita una política seria y ambiciosa. El gran paso sería el de ingresar en la UA pero también con un plan de colaboración exhaustiva incluyendo formación y estudios así como envió de especialistas, ofrecimiento de mediación en conflictos, inversiones conjuntas, asesoramiento, etc
Evidentemente siempre con la vista puesta en intentar que la UE se sume a las medidas que adopte España pero tirando esta de la UE para ello, y que participe en proyectos concretos aportando fondos y más respaldo que el que pueda proporcionar España por solitario. Pues no olvidemos que lo primordial es la relación de España con sus socios europeos, y de hecho este papel de España que se propone ayudaría a que la UE ganase posiciones en África beneficiándose varios países mediterráneos individualmente muy directamente (con los que España incrementaría sus relaciones de paso al haber más proyectos e intereses conjuntos).
MIGUEL ÁNGEL - 6-7-2.014
Recientemente se ha celebrado una cumbre de la Unión Africana a la que Mariano Rajoy, Presidente del gobierno de España, fue el único invitado. Es frecuente que a algunas de las reuniones de Jefes de Estado de esta organización acudan invitados de fuera del continente, una práctica que les beneficia cara a atraer atención e inversiones de naciones extranjeras.
La posición de España tiene ventajas estratégicas que deberían ser explotadas; Una de ellas es la de la gran cercanía a África. De hecho incluso posee España territorios en el citado continente como son Ceuta y Melilla, el peñón de Alhucemas, el peñón de Velez de la Gomera y el islote Perejil. Hace un siglo se decía que España empezaba en los Pirineos para justificar lamentablemente la colonización de Marruecos. Y es que ese el continente negro siempre ha estado presente en la historia de España; La llegada de los árabes se produjo por el estrecho de Gibraltar, a principios del s. XVI el rey Fernando el Católico rechazo un plan de colonización del continente (prefirió invertir los recursos en la guerra contra Francia por Italia), en los siglos posteriores la actividad de la piratería tolerada por el Imperio Otomano que controlaba indirectamente el Magreb obligo al país a conquistar varias plazas (Melilla, Orán, Bujía, Túnez, Trípoli y a intentar tomar Argel), a finales del S. XIX y principios del S. XX el proceso lento y costoso de la colonización de Marruecos, posteriormente la descolonización con la poca conocida guerra de Ifni y la Marcha Verde así como el espinoso asunto de las islas Canarias que Gadaffi quería incluir como territorios a descolonizar pero finalmente España consiguió que la UA no reconociese el territorio como africano, y finalmente los problemas de inmigración que se sufren en llegadas en patera y saltos masivos de las vallas de Melilla y Ceuta.
Es decir que la relación de España con África fue siempre tormentosa y sin poder sacarle prácticamente provecho.
África es un continente que está viviendo un lento despertar acuciado de problemas. Repasemos en general la situación rápidamente; Subdesarrollo, fragilidad gubernamental, sociedad poco desarrollada y en muchos casos tanto analfabetismo como hambruna y falta de libertades. Pero eso no es todo pues existen conflictos internos (como Cassamance en Senegal) o se dieron (léase Zimbabwe) que han lastrado a muchas naciones y en otros casos guerras (véase la RD Congo) o guerras frías derivadas de conflictos anteriores (como entre Marruecos y Argelia) o aún por explotar (véase Eritrea con Etiopía o Sudán con Sudan del Sur). Un factor añadido es la descolonización precipitada y mal organizada en un ambiente de guerra fría entre dos ideologías (capitalista y comunista) a escala mundial que propicio una inestabilidad en África tremenda, además de que el mapa no se corresponde con la lógica pues habían bombas de relojería (comunidades a ambos lados de las fronteras, mezcla de etnias, etc) y muchos países no existían anteriormente el imperio de Mali, la nación Zulu, etc) sino que se crearon países artificiales.
La situación del continente está progresando poco a poco en cuanto a desarrollo, especialmente en algunos países como Senegal y Sudáfrica, aunque está estancada en otros como Chad o Burkina Faso. Sin embargo los avances democráticos y en Derechos Humanos ha evolucionado poco, por ejemplo las leyes homofobas en Uganda y sus intentos por evitar someterse a la autoridad de la Corte Internacional de Justicia.
Estratégicamente la afortunada ausencia prácticamente de guerras entre naciones no se traduce en tranquilidad pues los gobiernos del Sahel están perdiendo terreno ante grupos terroristas de origen islamista radical. Además China se ha lanzado a por el continente consiguiendo multitud de contratos apoyando incluso a regímenes genocidas (véase Sudán del Norte) o dictatoriales brutales (como Zimbabwe) reaccionando EEUU e incluso Japón ha empezado a desarrollar una estrategia en la zona (inversiones, colaboración y obtención de contratos), en cambio la UE aunque no se ha olvidado de la zona únicamente se ha centrado en ayuda al desarrollo y la iniciativa de Unión para el Mediterráneo se queda en la zona del Magreb aparte de ser light y desarrollada exclusivamente con el interés de Francia y España (véase mi artículo sobre la oportunidad que supone la Unión para el Mediterráneo).
Es hora que España aproveche su cercanía con África y que tiene enclaves africanos en territorio continental, al contrario que cualquier otro país del mundo, pero no de las formas de las otras naciones interesadas en la zona sino como un miembro más ¿Por qué no entrar en la Unión Africana? La membresía de España a la UA no implicaría abandonar la UE pues es una organización sin estructuras prácticamente que no ha llegado a ser de integración pese a sus esfuerzos (ni Mbeki, ni Bouteflika, ni Gadaffi lo consiguieron), es por tanto un carta que España podría usar. Analicemos los pros y las contras de esta medida: Los pros serían participar como uno más en las relaciones pudiendo conseguir no solo influencia sino también más acceso para poder mediar, aconsejar y trabajar por la implantaciones del respeto a los Derechos Humanos aportando conocimientos y otra visión a esos países desde la UA. Las contras serían principalmente que España no podría participar en procesos de integración que afecten a competencias que España tenga cedidas a la UE y que Marruecos, nuestro principal vecino africano junto con Argelia y en el que se centra la política exterior española en el continente, no está en la UA pues esta reconoce la República Árabe Saharauí por lo que debería asegurarse que la entrada de España en África no incluya el reconocimiento de dicha república impidiendo así que se rompiesen las relaciones entre España y Marruecos, unas relaciones que a España le conviene mantener cordiales y de cooperación.
En consecuencia España no solo por sus intereses estratégicos por explotar sino también por necesidad como por frenar la implantación del terrorismo y frenar la inmigración ilegal desarrollando sus países, necesita una política seria y ambiciosa. El gran paso sería el de ingresar en la UA pero también con un plan de colaboración exhaustiva incluyendo formación y estudios así como envió de especialistas, ofrecimiento de mediación en conflictos, inversiones conjuntas, asesoramiento, etc
Evidentemente siempre con la vista puesta en intentar que la UE se sume a las medidas que adopte España pero tirando esta de la UE para ello, y que participe en proyectos concretos aportando fondos y más respaldo que el que pueda proporcionar España por solitario. Pues no olvidemos que lo primordial es la relación de España con sus socios europeos, y de hecho este papel de España que se propone ayudaría a que la UE ganase posiciones en África beneficiándose varios países mediterráneos individualmente muy directamente (con los que España incrementaría sus relaciones de paso al haber más proyectos e intereses conjuntos).
MIGUEL ÁNGEL - 6-7-2.014
LA DIMENSIÓN MEDITERRÁNEA POR EXPLOTAR
El Mediterráneo es un área que debe organizarse conjuntamente para la potenciación de los países ribereños y que es una gran oportunidad para España. El Mediterráneo tiene una historia clave en el desarrollo de la civilización y muchas culturas derivan de potencias mediterráneas (como es el caso de España que recibió la herencia grecolatina). Además del factor cultural esta el ecológico, ya que toda cuenca debe gestionarse desde la cabecera hasta desembocadura (algo que en España deberían aprender nuestros políticos y no blindar ríos al paso por su Comunidad Autónoma). También esta el factor económico ya que al ser todos vecinos y las distancias no son excesivamente largas los intercambios pueden ser fluidos, los cuales se potenciarían si se hiciese un mercado común. Debe tenerse en cuenta también el estratégico porque asegurar el Mediterráneo permitiría a muchos países una política de defensa mucho más desahogada y evitar tensiones innecesarias entre vecinos. Y por ultimo esta el político porque es estratégico en términos de influencias y de mantener buenas relaciones el potenciar los contactos entre los países que bordean este histórico mar.
España como segunda potencia en importancia del Mediterráneo (junto con Italia teniendo en cuenta que Francia esta por delante) debe ser uno de los pilares y aspirar a liderar este espacio. Es una oportunidad para nuestro país no solo de ganar influencia, algo que lleva nuestro país intentando desde hace siglos y que desde la Transición esta fracasando, sino también para aplicar nuestro lazos tanto culturales como sociales así como para multiplicar nuestra presencia económica en los países del Magreb y de Oriente Medio.
La idea es crear una organización al estilo de la UE pero con su propio sistema estructural hecho a medida teniendo en cuenta tanto las peculiaridades de la zona como los retos a abordar sin olvidar obviamente los problemas existentes. Dichos
problemas son la inmigración y lo barato de los productos que proceden del Magreb que pueden perjudicar a los países más prósperos (España, Francia e Italia por ejemplo) pero también debe tenerse en cuenta el daño que harían nuestros modernos productos manufacturados introduciéndose en los mercados árabes o del Magreb que provocarían la ruina de sus pequeñas industrias en expansión así como que nuestras multinacionales acabarían con el lento pero sostenido auge de Pymes en dichos países.
La estructura por lo tanto debería ser un órgano de gobierno conjunto con competencias bien delimitadas nombrado por consenso entre los países miembros, al estilo de la Comisión Europea, que se encargase de la burocracia y supervisión recomendando las políticas que deben abordarse. En cumbres trimestrales o cuatrimestrales los dirigentes nacionales decidirían por consenso que políticas de las recomendadas por la "Comisión Mediterránea" adoptar y como fomentar la cooperación. Entre los países miembros habría un Mercado Común en el que se protegiesen a los productos agrícolas de los países que están en la UE, con la libertad de las empresas de crear negocios a un lado y al otro lado del Mediterráneo sin ninguna traba junto con practicar una política de fomento y protección a la creación de Pymes en los países menos desarrollados. Habría una oficina intercultural que pondría en marcha proyectos para difundir las culturas de cada país al resto, para organizar intercambios entre estudiantes y el fomento de las investigaciones históricas.
Un organismo se encargaría de crear un Estado del Bienestar a nivel general de la cuenca procurando que los ciudadanos de los países menos desarrollados mejorasen sus condiciones de vida. Una oficina de lucha antiterrorista donde intercambiar información y coordinarse para luchar contra el terrorismo organizando incluso operaciones conjuntas. Un centro de Educación y otro de Sanidad se encargarían de colaborar para la potenciación de la educación y los intercambios de conocimientos por un lado mientras que por otro para la mejora de la sanidad en los países menos desarrollados y la colaboración científica respectivamente. Un Organismo de fomento de infraestructuras potenciaría el fomento de estas (con el consenso de todos los países miembros en forma de un plan estratégico elaborado por la "Comisión Mediterránea") garantizando que las mismas fuesen desarrolladas y gestionadas por empresas de los países miembros.
Un centro de inmigración, en colaboración con la Unión Africana, garantizaría que los inmigrantes que obtengan permiso de estancia en un país miembro estén bien a la vez que regularía los procesos migratorios acabando con las mafias y la inmigración ilegal, también podría facilitar los trámites para viajar por el Mediterráneo con un visado valido para todos los países miembros. Finalmente habría oficinas y entidades menores que se encargarían de las competencias digamos de segundo nivel y que estudien el desarrollo del conjunto de la Organización.
Hay que tener en cuenta que hay dos grandes problemas como por ejemplo que los países miembros de la UE que estén en esta Organización tendrán problemas cuando entren en conflicto las competencias de la UE y la UM porque por ejemplo España esta en el Mercado Común de la UE y parte de sus competencias están cedidas a la Comisión Europea. Una cláusula podría establecer que los países miembros de la UE que estén en la UM se libraran automáticamente de aplicar aquella parte de los acuerdos o políticas aprobadas por la UM que entren en conflicto con el cumplimiento de sus obligaciones con la UE y todos los países miembros de la UE estarían en el Mercado Común de la UM. Además una oficina de colaboración podría abrirse entre la UE y la UM para fomentar la colaboración entre ambas y cear proyectos comunes en muchos campos.
No debe olvidarse que hay unos cuantos países enfrentados entre sí (como Siria y el Líbano con Israel o Marruecos con Argelia), Estados fallidos (como el Líbano) y países que no cumplen con los Derechos Humanos (como Libia), por lo cual debería exigirse a todos cumplir con los Derechos Humanos y llegar a acuerdos definitivos de paz entre iguales con sus vecinos y la renuncia a cualquier territorio de otro país (como Marruecos con Ceuta y Melilla) los países que no cumplan esto serían países observadores de la UM pero participando en el Mercado Común y de otras áreas pero sin voto en las cumbres.
MIGUEL ÁNGEL - 17 Septiembre del 2.009
El Mediterráneo es un área que debe organizarse conjuntamente para la potenciación de los países ribereños y que es una gran oportunidad para España. El Mediterráneo tiene una historia clave en el desarrollo de la civilización y muchas culturas derivan de potencias mediterráneas (como es el caso de España que recibió la herencia grecolatina). Además del factor cultural esta el ecológico, ya que toda cuenca debe gestionarse desde la cabecera hasta desembocadura (algo que en España deberían aprender nuestros políticos y no blindar ríos al paso por su Comunidad Autónoma). También esta el factor económico ya que al ser todos vecinos y las distancias no son excesivamente largas los intercambios pueden ser fluidos, los cuales se potenciarían si se hiciese un mercado común. Debe tenerse en cuenta también el estratégico porque asegurar el Mediterráneo permitiría a muchos países una política de defensa mucho más desahogada y evitar tensiones innecesarias entre vecinos. Y por ultimo esta el político porque es estratégico en términos de influencias y de mantener buenas relaciones el potenciar los contactos entre los países que bordean este histórico mar.
España como segunda potencia en importancia del Mediterráneo (junto con Italia teniendo en cuenta que Francia esta por delante) debe ser uno de los pilares y aspirar a liderar este espacio. Es una oportunidad para nuestro país no solo de ganar influencia, algo que lleva nuestro país intentando desde hace siglos y que desde la Transición esta fracasando, sino también para aplicar nuestro lazos tanto culturales como sociales así como para multiplicar nuestra presencia económica en los países del Magreb y de Oriente Medio.
La idea es crear una organización al estilo de la UE pero con su propio sistema estructural hecho a medida teniendo en cuenta tanto las peculiaridades de la zona como los retos a abordar sin olvidar obviamente los problemas existentes. Dichos
problemas son la inmigración y lo barato de los productos que proceden del Magreb que pueden perjudicar a los países más prósperos (España, Francia e Italia por ejemplo) pero también debe tenerse en cuenta el daño que harían nuestros modernos productos manufacturados introduciéndose en los mercados árabes o del Magreb que provocarían la ruina de sus pequeñas industrias en expansión así como que nuestras multinacionales acabarían con el lento pero sostenido auge de Pymes en dichos países.
La estructura por lo tanto debería ser un órgano de gobierno conjunto con competencias bien delimitadas nombrado por consenso entre los países miembros, al estilo de la Comisión Europea, que se encargase de la burocracia y supervisión recomendando las políticas que deben abordarse. En cumbres trimestrales o cuatrimestrales los dirigentes nacionales decidirían por consenso que políticas de las recomendadas por la "Comisión Mediterránea" adoptar y como fomentar la cooperación. Entre los países miembros habría un Mercado Común en el que se protegiesen a los productos agrícolas de los países que están en la UE, con la libertad de las empresas de crear negocios a un lado y al otro lado del Mediterráneo sin ninguna traba junto con practicar una política de fomento y protección a la creación de Pymes en los países menos desarrollados. Habría una oficina intercultural que pondría en marcha proyectos para difundir las culturas de cada país al resto, para organizar intercambios entre estudiantes y el fomento de las investigaciones históricas.
Un organismo se encargaría de crear un Estado del Bienestar a nivel general de la cuenca procurando que los ciudadanos de los países menos desarrollados mejorasen sus condiciones de vida. Una oficina de lucha antiterrorista donde intercambiar información y coordinarse para luchar contra el terrorismo organizando incluso operaciones conjuntas. Un centro de Educación y otro de Sanidad se encargarían de colaborar para la potenciación de la educación y los intercambios de conocimientos por un lado mientras que por otro para la mejora de la sanidad en los países menos desarrollados y la colaboración científica respectivamente. Un Organismo de fomento de infraestructuras potenciaría el fomento de estas (con el consenso de todos los países miembros en forma de un plan estratégico elaborado por la "Comisión Mediterránea") garantizando que las mismas fuesen desarrolladas y gestionadas por empresas de los países miembros.
Un centro de inmigración, en colaboración con la Unión Africana, garantizaría que los inmigrantes que obtengan permiso de estancia en un país miembro estén bien a la vez que regularía los procesos migratorios acabando con las mafias y la inmigración ilegal, también podría facilitar los trámites para viajar por el Mediterráneo con un visado valido para todos los países miembros. Finalmente habría oficinas y entidades menores que se encargarían de las competencias digamos de segundo nivel y que estudien el desarrollo del conjunto de la Organización.
Hay que tener en cuenta que hay dos grandes problemas como por ejemplo que los países miembros de la UE que estén en esta Organización tendrán problemas cuando entren en conflicto las competencias de la UE y la UM porque por ejemplo España esta en el Mercado Común de la UE y parte de sus competencias están cedidas a la Comisión Europea. Una cláusula podría establecer que los países miembros de la UE que estén en la UM se libraran automáticamente de aplicar aquella parte de los acuerdos o políticas aprobadas por la UM que entren en conflicto con el cumplimiento de sus obligaciones con la UE y todos los países miembros de la UE estarían en el Mercado Común de la UM. Además una oficina de colaboración podría abrirse entre la UE y la UM para fomentar la colaboración entre ambas y cear proyectos comunes en muchos campos.
No debe olvidarse que hay unos cuantos países enfrentados entre sí (como Siria y el Líbano con Israel o Marruecos con Argelia), Estados fallidos (como el Líbano) y países que no cumplen con los Derechos Humanos (como Libia), por lo cual debería exigirse a todos cumplir con los Derechos Humanos y llegar a acuerdos definitivos de paz entre iguales con sus vecinos y la renuncia a cualquier territorio de otro país (como Marruecos con Ceuta y Melilla) los países que no cumplan esto serían países observadores de la UM pero participando en el Mercado Común y de otras áreas pero sin voto en las cumbres.
MIGUEL ÁNGEL - 17 Septiembre del 2.009