ESCOCIA, UN PRESENTE Y DOS FUTUROS
En Escocia está a punto de celebrarse un histórico referéndum sobre la independencia, con la posibilidad de romper la unión constituida en 1.707 por la que nació el Reino Unido. El acuerdo firmado entre Alex Salmond y David Cameron en Edimburgo para la celebración del referéndum fue posible gracias en parte a lo comentado de que el Reino Unido es fruto de una unión y a que el país no tiene constitución escrita.
La convocatoria para que los escoceses se decidan por la independencia viene dada por la victoria con mayoría absoluta del SNP (Partido Nacionalista Escocés) en las elecciones escocesas de 2.011. En esa cita el crecimiento del mencionado partido fue bastante considerable ganando por primera vez en Glasgow y Edimburgo, pasando a contar en el parlamento escocés de 46 diputados a 69 diputados incrementando la ventaja con sus inmediatos perseguidores, los laboristas, de 2 a la friolera de 32 diputados perdiendo los laboristas siete escaños mientras que los conservadores redujeron también su presencia y los liberaldemócratas se descalabraron, únicamente subieron junto al SNP los Verdes (que también están a favor de la independencia) doblando su presencia de 1 a 2 escaños.
Siguiendo con el plano político es importante precisar que Escocia es mayoritariamente de izquierdas constituyendo una singularidad en Gran Bretaña. De hecho si se mira un mapa electoral del Reino Unido en unas generales se comprobara que en Inglaterra muchos condados están pintados de color tory mientras que en Escocia los laboristas tienen su feudo. De hecho dos partidos socialdemócratas, el SNP y el Laborista, se disputan las contiendas electorales. Es por ello que las políticas conservadoras en su momento de Margaret Tacher y ahora de David Cameron sean tan contestadas en Escocia, este es uno de los argumentos del SI a la independencia.
Teniendo clara la situación política entremos de lleno en la dinámica del referéndum.
El debate se está centrando en las capacidades de Escocia para ser viable y sobre si los servicios sociales mejorarán o empeorarán, ello no es solo una estrategia inteligente del SI a la independencia sino típico entre dos contendientes de la misma línea ideológica, pero en el fondo radica en que el nacionalismo escocés es postmoderno es decir no necesita recurrir a argumentos identitarios y exclusivistas para afirmarse, es favorable a la inmigración y además una encuesta refleja que la gran mayoría de los escoceses no reniegan de su historia mientras han estado ligados al Reino Unido, es decir que tampoco es un nacionalismo negacionista. Aclarado este punto fundamental hay que tener en cuenta que como la base es la mencionada y que entre el SNP y el partido Laborista hay un baile de votos en la cuestión de la independencia también pasa lo mismo y esa es una de las cuestiones por las que puede ganar el SI a la separación, de hecho consciente de ello David Cameron ha dejado llevar la campaña por el NO a los laboristas que son los únicos que pueden combatir con las mismas armas que los nacionalistas y se negó a enfrentarse en un debate electoral con Alex Salmond.
Sin embargo el mapa electoral resultante del referéndum puede dar sorpresas ya que hay varios factores a tener en cuenta. Según parece van a acudir a las urnas otro 20% de votantes de los que hasta ahora no se sabía nada elevando la cifra de participación del habitual 60% al 80% ¿Serán votantes que se sienten británicos o escoceses que normalmente no van a votar por hartazgo o que no consideraban que la cosa iba con ellos hasta esta decisión crucial? Es muy difícil saberlo. Otro factor a tener muy en cuenta es que la franja de edad de los dieciséis a los dieciocho años también podrá votar en esta ocasión y las encuestas son contradictorias sobre a quienes votaran estos jóvenes. El siguiente a tener muy en cuenta es el del género, ya que hasta las últimas encuestas la independencia era "cosa de hombres" mientras que en las últimas se ha incrementado significativamente el apoyo de las mujeres al SI. Es curioso pero otra cosa a tener presente es que en las encuentas el apoyo a la independencia sea mayor cuanto menor sea el nivel de ingresos. Pero el más importante de todos es la perspectiva de si es viable o no económicamente una Escocia independiente y tras muchas encuestas desfavorables por primera vez los que si la ven posible se ha incrementado quedándose a solo dos puntos de los que no la consideran viable.
Todo esto plasmémoslo en un mapa; En el sur los partidarios de la independencia no ganan, en los entornos rurales los nacionalistas ganan, en las islas del mar del Norte la independencia recibe poco apoyo (estas islas tienen lazos estrechos con Escandinavia y se sienten más bien nórdicos), Aberdeen y Dundee son feudos nacionalistas, los condados norteños "bañados en petróleo" registran un apoyo al NO pese a ser lugares donde suele ganar el SNP, pero salvo cataclismo de un bando u otro en el resto del territorio, serán Glasgow y Edimburgo los caballos de batalla. Tradicionales feudos laboristas hasta las pasadas elecciones escocesas estas ciudades marcaran el futuro de Escocia, en Glasgow las encuestas reflejan una victoria del SI mientras que en Edimburgo la del NO.
En una noche electoral que se prevé larguísima, los colegios cierran a las diez de la noche y hasta las seis de la madrugada no suelen darse nunca los últimos resultados oficiales y menos ahora con un incremento tan alto de la participación, hay varias claves para saber como se va dilucidando el asunto: En primer lugar si se mantiene lo plasmado en el mapa que he comentado, en segundo lugar si el SI no se descalabra en Edimburgo (obtener menos del 35% en esa ciudad bien puede conllevar su derrota), que en Glasgow el NO pierda por poco o gane (el SI requiere de una victoria en esa ciudad que haga de contrapeso a de lo que gane el NO en Edimburgo) y en cuarto lugar que el resto de ciudades importantes de Escocia mantengan o incrementen su apoyo al SI (de lo contrario la situación se inclinaría hacía el NO). Debe mencionarse que los votos de las islas Hebridas, Orcadas y Shetland tardan bastantes más horas en contarse pero dada su escasa población y que estarán divididos (las Hebridas parecen decantarse por el SI mientras que las Orcadas y Shetlando por el NO) parece ser que no deberá tener que esperarse a conocer el recuento allí para saber si gana el SI o el NO, aunque nunca se sabe.
Escocia es un territorio con una población de poco más de cinco millones de habitantes y con una gran superficie con unas riquezas energéticas tremendas; Vende agua a Inglaterra, tiene una gran producción petrolera y una capacidad increíble de generar electricidad mediante energía eólica (se calcula que podría generar el 25% de la energía eólica del total que pudiese generarse en la UE) de hecho Escocia obtiene la mitad de su energía mediante energías renovables. La exportación de whisky es muy importante y es uno de los temores que pueda resentirse. Los astilleros de Govan se salvaron por los pelos y sobreviven por la producción de BAE Systems, de hecho para mantener la producción Londres decidió cerrar los astilleros de Portsmouth, un guiño a Escocia. La cuestión fundamental son las reservas de petróleo que se debate si son de 20 billones de barriles o de 48 billones de barriles, pues no se conoce con exactitud el petróleo que hay al oeste de Escocia y no solo en el mar del Norte, de ser una cifra u otra bien podría complicarse el futuro escocés. Precisamente durante muchos años el nacionalismo escocés se ha quejado de que su territorio sería más próspero si obtenían integro el dinero del petróleo que se recoge en sus aguas, de hecho Salmond pretende crear un fondo del petróleo al estilo noruego para desarrollar los servicios públicos y garantizar el futuro de las pensiones.
La economía también depende de la moneda pues la entrada de Escocia en el Euro o bien tener que crear una moderna propia causaría desajustes al joven país, es por ello que Salmond pretende que una Escocia independiente permanezca en la zona de la Libra Esterlina algo que como elemento de presión Londres dice que no tolerará ¿Es un farol? Las consecuencias de dejar fuera de la Libra Esterlina a Escocia serían perjudiciales para el Reino Unido y Escocia exigiría bastante en otros temas durante las negociaciones. Relacionado con el apartado monetario están los bancos que tuvieron que ser rescatados por el Reino Unido, y que se han situado abiertamente contra el SI, aunque esto en teoría no debería ser un escollo pues la banca irlandesa estaba dominada antes del rescate financiero a ese país al 40% por parte del Reino Unido.
La deuda también debe ser tenida en cuenta y sobre ella habrán arduas negociaciones pues para tener que absorber menos volumen Edimburgo tratará de hacer valer que tiene 5 millones de habitantes y buscara por tanto un reparto teniendo en cuenta la demografía algo a lo que se opondrá Londres. De esta forma los 1.8 billones de Euros que tiene en deuda el tesoro británico están en el aire.
No olvidemos que Escocia es miembro de la Commenwealth Travel Area por la que pueden pasar libremente ciudadanos sin haber frontera física ni controles algo que algunos han puesto en duda que esto siga siendo así si de conseguir la independencia, lo cual provoca pavor en el sur de Escocia ya que dependen de las compras de ciudadanos británicos que cruzan la inexistente frontera actual. Es difícil imaginar que Londres expulse a Escocia de esa área pero es muy factible que ocurra si sigue legislando para restringir la inmigración pues el SNP ya ha dicho que fomentara la inmigración en Escocia si gana la independencia, lo que pare evitar que se le metan inmigrantes por el norte el Reino Unido acabaría poniendo una frontera de verdad a la vieja usanza con Escocia. Esto es interesante pues Escocia no querría salir de la Commelwealth Travel Area pero le vendría bien entrar en el espacio Schengen para conseguir un mayor número de inmigrantes, ambas zonas de libre tránsito son incompatibles por tanto así que atentos a esto.
En el plano de las Relaciones Internacionales una Escocia independiente mantendría una postura muy nórdica de meterse en pocos fregados, como apunte debe mencionarse que Salmond ha dicho que en el caso del EIIL Escocia solo intervendría si hubiese una resolución autorizándolo el Consejo de Seguridad de la ONU. Y precisamente hacía ellos quiere encaminarse pues el SNP pretende entrar en el Consejo Nórdico actualmente formado por Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, algo a lo que no parecen oponerse esos gobiernos.
La continuación en la OTAN es algo a lo que se ha comprometido Alex Salmond, y que le ha costado un conato de rebelión en su partido, pero eso está en el aire pues Londres se opone a cerrar su crucial base de submarinos nucleares de Falsane e incluso estudia declararla suelo británico al estilo de sus bases en Chipre algo intolerable para el SNP que exige la retirada de las armas nucleares de Escocia. La entrada en la OTAN, al igual que en la UE, requiere que no se produzca ningún veto y además un portavoz de la OTAN ha dicho que se bloquearía la membresía de Escocia hasta que Edimburgo y Londres llegasen a un acuerdo sobre los aspectos derivados de la escisión en el plano militar.
Sin embargo la madre del cordero es la pertenencia o no a la UE. Los nacionalistas escoceses aspiran a seguir en la UE pero según los Tratados y lo dicho por la Comisión Europea Escocia saldría de la UE si se independiza, aunque esto es bastante difícil de saber pues Edimburgo puede ampararse en el artículo 48 frente al 49 aunque hay pocas esperanzas de que ese gane en una decisión y nadie sabe seguro que pasaría. Así que Salmond pretende que en caso de que tenga que negociar la entrada se mantengan la ciudadanía europea de los escoceses y todos los derechos con los que cuenta Escocia (mercado común, regulaciones, programas, etc), esto es lo que está verdaderamente en el aire y no se sabe que puede ocurrir, en ese caso Escocia no podría acudir a tomar decisiones al Consejo Europeo por ejemplo. Por último recordar que la entrada a la UE como a la OTAN requiere unanimidad y puede que España o Francia o el propio Reino Unido vetasen dicha entrada.
Las negociaciones serían muy duras y largas entre los gobiernos británico y escocés para establecer la independencia, no sería cosa de la noche a la mañana la proclamación real de la independencia. El SNP pretende que sea para marzo de 2,016 y convocar elecciones escocesas para entonces declarado esa fecha como el día de la independencia pero debe tenerse muy presente que hay elecciones generales en el Reino Unido en 2.015, o sea que ese factor puede aún ralentizar más las negociaciones y hacer que hasta 2.017 o 2.018 no se consiga un acuerdo y preparar el terreno para la constitución del Estado escocés.
En definitiva Escocia tiene dos futuros por los que debe escoger el 18 de septiembre: Con el SI se convertiría en una nación independiente con las características económicas y de Relaciones Internacionales comentadas, mientras que con el NO avanzaría en el autogobierno (promesas pactadas por conservadores, laboristas y liberaldemócratas para que el NO gane votantes) completándose aún más la "devolución" termino como llaman los nacionalistas la transferencia de competencias de Londres al parlamento escocés. En ese futuro permaneciendo en el Reino Unido se le asignarían nuevas competencias entre ellas el derecho a gestionar el 60% de su gasto público pero no supondría ganar el federalismo y el derecho sobre el petróleo que llevan muchos años reclamando los nacionalistas (el gobierno británico podría haber desactivado el SI prometiendo el federalismo aunque fuera light pero se ha negado y alegado que no sería viable).
No obstante el resultado electoral puede tener muchas lectura y ser un punto y seguido en caso de que el NO gane por un estrecho margen o facilitar una posición de fuerza por parte del Reino Unido en unas negociaciones de ganar por poco el SI, aunque también desactivar durante muchas décadas al nacionalismo escocés de ganar por gran mayoría el NO un escenario este último que parecen descartar las encuestas.
Almacenado en Geopolítica / Análisis / Áreas / Europa / UE; Europa Occidental
MIGUEL ÁNGEL - 13-09-14
En Escocia está a punto de celebrarse un histórico referéndum sobre la independencia, con la posibilidad de romper la unión constituida en 1.707 por la que nació el Reino Unido. El acuerdo firmado entre Alex Salmond y David Cameron en Edimburgo para la celebración del referéndum fue posible gracias en parte a lo comentado de que el Reino Unido es fruto de una unión y a que el país no tiene constitución escrita.
La convocatoria para que los escoceses se decidan por la independencia viene dada por la victoria con mayoría absoluta del SNP (Partido Nacionalista Escocés) en las elecciones escocesas de 2.011. En esa cita el crecimiento del mencionado partido fue bastante considerable ganando por primera vez en Glasgow y Edimburgo, pasando a contar en el parlamento escocés de 46 diputados a 69 diputados incrementando la ventaja con sus inmediatos perseguidores, los laboristas, de 2 a la friolera de 32 diputados perdiendo los laboristas siete escaños mientras que los conservadores redujeron también su presencia y los liberaldemócratas se descalabraron, únicamente subieron junto al SNP los Verdes (que también están a favor de la independencia) doblando su presencia de 1 a 2 escaños.
Siguiendo con el plano político es importante precisar que Escocia es mayoritariamente de izquierdas constituyendo una singularidad en Gran Bretaña. De hecho si se mira un mapa electoral del Reino Unido en unas generales se comprobara que en Inglaterra muchos condados están pintados de color tory mientras que en Escocia los laboristas tienen su feudo. De hecho dos partidos socialdemócratas, el SNP y el Laborista, se disputan las contiendas electorales. Es por ello que las políticas conservadoras en su momento de Margaret Tacher y ahora de David Cameron sean tan contestadas en Escocia, este es uno de los argumentos del SI a la independencia.
Teniendo clara la situación política entremos de lleno en la dinámica del referéndum.
El debate se está centrando en las capacidades de Escocia para ser viable y sobre si los servicios sociales mejorarán o empeorarán, ello no es solo una estrategia inteligente del SI a la independencia sino típico entre dos contendientes de la misma línea ideológica, pero en el fondo radica en que el nacionalismo escocés es postmoderno es decir no necesita recurrir a argumentos identitarios y exclusivistas para afirmarse, es favorable a la inmigración y además una encuesta refleja que la gran mayoría de los escoceses no reniegan de su historia mientras han estado ligados al Reino Unido, es decir que tampoco es un nacionalismo negacionista. Aclarado este punto fundamental hay que tener en cuenta que como la base es la mencionada y que entre el SNP y el partido Laborista hay un baile de votos en la cuestión de la independencia también pasa lo mismo y esa es una de las cuestiones por las que puede ganar el SI a la separación, de hecho consciente de ello David Cameron ha dejado llevar la campaña por el NO a los laboristas que son los únicos que pueden combatir con las mismas armas que los nacionalistas y se negó a enfrentarse en un debate electoral con Alex Salmond.
Sin embargo el mapa electoral resultante del referéndum puede dar sorpresas ya que hay varios factores a tener en cuenta. Según parece van a acudir a las urnas otro 20% de votantes de los que hasta ahora no se sabía nada elevando la cifra de participación del habitual 60% al 80% ¿Serán votantes que se sienten británicos o escoceses que normalmente no van a votar por hartazgo o que no consideraban que la cosa iba con ellos hasta esta decisión crucial? Es muy difícil saberlo. Otro factor a tener muy en cuenta es que la franja de edad de los dieciséis a los dieciocho años también podrá votar en esta ocasión y las encuestas son contradictorias sobre a quienes votaran estos jóvenes. El siguiente a tener muy en cuenta es el del género, ya que hasta las últimas encuestas la independencia era "cosa de hombres" mientras que en las últimas se ha incrementado significativamente el apoyo de las mujeres al SI. Es curioso pero otra cosa a tener presente es que en las encuentas el apoyo a la independencia sea mayor cuanto menor sea el nivel de ingresos. Pero el más importante de todos es la perspectiva de si es viable o no económicamente una Escocia independiente y tras muchas encuestas desfavorables por primera vez los que si la ven posible se ha incrementado quedándose a solo dos puntos de los que no la consideran viable.
Todo esto plasmémoslo en un mapa; En el sur los partidarios de la independencia no ganan, en los entornos rurales los nacionalistas ganan, en las islas del mar del Norte la independencia recibe poco apoyo (estas islas tienen lazos estrechos con Escandinavia y se sienten más bien nórdicos), Aberdeen y Dundee son feudos nacionalistas, los condados norteños "bañados en petróleo" registran un apoyo al NO pese a ser lugares donde suele ganar el SNP, pero salvo cataclismo de un bando u otro en el resto del territorio, serán Glasgow y Edimburgo los caballos de batalla. Tradicionales feudos laboristas hasta las pasadas elecciones escocesas estas ciudades marcaran el futuro de Escocia, en Glasgow las encuestas reflejan una victoria del SI mientras que en Edimburgo la del NO.
En una noche electoral que se prevé larguísima, los colegios cierran a las diez de la noche y hasta las seis de la madrugada no suelen darse nunca los últimos resultados oficiales y menos ahora con un incremento tan alto de la participación, hay varias claves para saber como se va dilucidando el asunto: En primer lugar si se mantiene lo plasmado en el mapa que he comentado, en segundo lugar si el SI no se descalabra en Edimburgo (obtener menos del 35% en esa ciudad bien puede conllevar su derrota), que en Glasgow el NO pierda por poco o gane (el SI requiere de una victoria en esa ciudad que haga de contrapeso a de lo que gane el NO en Edimburgo) y en cuarto lugar que el resto de ciudades importantes de Escocia mantengan o incrementen su apoyo al SI (de lo contrario la situación se inclinaría hacía el NO). Debe mencionarse que los votos de las islas Hebridas, Orcadas y Shetland tardan bastantes más horas en contarse pero dada su escasa población y que estarán divididos (las Hebridas parecen decantarse por el SI mientras que las Orcadas y Shetlando por el NO) parece ser que no deberá tener que esperarse a conocer el recuento allí para saber si gana el SI o el NO, aunque nunca se sabe.
Escocia es un territorio con una población de poco más de cinco millones de habitantes y con una gran superficie con unas riquezas energéticas tremendas; Vende agua a Inglaterra, tiene una gran producción petrolera y una capacidad increíble de generar electricidad mediante energía eólica (se calcula que podría generar el 25% de la energía eólica del total que pudiese generarse en la UE) de hecho Escocia obtiene la mitad de su energía mediante energías renovables. La exportación de whisky es muy importante y es uno de los temores que pueda resentirse. Los astilleros de Govan se salvaron por los pelos y sobreviven por la producción de BAE Systems, de hecho para mantener la producción Londres decidió cerrar los astilleros de Portsmouth, un guiño a Escocia. La cuestión fundamental son las reservas de petróleo que se debate si son de 20 billones de barriles o de 48 billones de barriles, pues no se conoce con exactitud el petróleo que hay al oeste de Escocia y no solo en el mar del Norte, de ser una cifra u otra bien podría complicarse el futuro escocés. Precisamente durante muchos años el nacionalismo escocés se ha quejado de que su territorio sería más próspero si obtenían integro el dinero del petróleo que se recoge en sus aguas, de hecho Salmond pretende crear un fondo del petróleo al estilo noruego para desarrollar los servicios públicos y garantizar el futuro de las pensiones.
La economía también depende de la moneda pues la entrada de Escocia en el Euro o bien tener que crear una moderna propia causaría desajustes al joven país, es por ello que Salmond pretende que una Escocia independiente permanezca en la zona de la Libra Esterlina algo que como elemento de presión Londres dice que no tolerará ¿Es un farol? Las consecuencias de dejar fuera de la Libra Esterlina a Escocia serían perjudiciales para el Reino Unido y Escocia exigiría bastante en otros temas durante las negociaciones. Relacionado con el apartado monetario están los bancos que tuvieron que ser rescatados por el Reino Unido, y que se han situado abiertamente contra el SI, aunque esto en teoría no debería ser un escollo pues la banca irlandesa estaba dominada antes del rescate financiero a ese país al 40% por parte del Reino Unido.
La deuda también debe ser tenida en cuenta y sobre ella habrán arduas negociaciones pues para tener que absorber menos volumen Edimburgo tratará de hacer valer que tiene 5 millones de habitantes y buscara por tanto un reparto teniendo en cuenta la demografía algo a lo que se opondrá Londres. De esta forma los 1.8 billones de Euros que tiene en deuda el tesoro británico están en el aire.
No olvidemos que Escocia es miembro de la Commenwealth Travel Area por la que pueden pasar libremente ciudadanos sin haber frontera física ni controles algo que algunos han puesto en duda que esto siga siendo así si de conseguir la independencia, lo cual provoca pavor en el sur de Escocia ya que dependen de las compras de ciudadanos británicos que cruzan la inexistente frontera actual. Es difícil imaginar que Londres expulse a Escocia de esa área pero es muy factible que ocurra si sigue legislando para restringir la inmigración pues el SNP ya ha dicho que fomentara la inmigración en Escocia si gana la independencia, lo que pare evitar que se le metan inmigrantes por el norte el Reino Unido acabaría poniendo una frontera de verdad a la vieja usanza con Escocia. Esto es interesante pues Escocia no querría salir de la Commelwealth Travel Area pero le vendría bien entrar en el espacio Schengen para conseguir un mayor número de inmigrantes, ambas zonas de libre tránsito son incompatibles por tanto así que atentos a esto.
En el plano de las Relaciones Internacionales una Escocia independiente mantendría una postura muy nórdica de meterse en pocos fregados, como apunte debe mencionarse que Salmond ha dicho que en el caso del EIIL Escocia solo intervendría si hubiese una resolución autorizándolo el Consejo de Seguridad de la ONU. Y precisamente hacía ellos quiere encaminarse pues el SNP pretende entrar en el Consejo Nórdico actualmente formado por Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, algo a lo que no parecen oponerse esos gobiernos.
La continuación en la OTAN es algo a lo que se ha comprometido Alex Salmond, y que le ha costado un conato de rebelión en su partido, pero eso está en el aire pues Londres se opone a cerrar su crucial base de submarinos nucleares de Falsane e incluso estudia declararla suelo británico al estilo de sus bases en Chipre algo intolerable para el SNP que exige la retirada de las armas nucleares de Escocia. La entrada en la OTAN, al igual que en la UE, requiere que no se produzca ningún veto y además un portavoz de la OTAN ha dicho que se bloquearía la membresía de Escocia hasta que Edimburgo y Londres llegasen a un acuerdo sobre los aspectos derivados de la escisión en el plano militar.
Sin embargo la madre del cordero es la pertenencia o no a la UE. Los nacionalistas escoceses aspiran a seguir en la UE pero según los Tratados y lo dicho por la Comisión Europea Escocia saldría de la UE si se independiza, aunque esto es bastante difícil de saber pues Edimburgo puede ampararse en el artículo 48 frente al 49 aunque hay pocas esperanzas de que ese gane en una decisión y nadie sabe seguro que pasaría. Así que Salmond pretende que en caso de que tenga que negociar la entrada se mantengan la ciudadanía europea de los escoceses y todos los derechos con los que cuenta Escocia (mercado común, regulaciones, programas, etc), esto es lo que está verdaderamente en el aire y no se sabe que puede ocurrir, en ese caso Escocia no podría acudir a tomar decisiones al Consejo Europeo por ejemplo. Por último recordar que la entrada a la UE como a la OTAN requiere unanimidad y puede que España o Francia o el propio Reino Unido vetasen dicha entrada.
Las negociaciones serían muy duras y largas entre los gobiernos británico y escocés para establecer la independencia, no sería cosa de la noche a la mañana la proclamación real de la independencia. El SNP pretende que sea para marzo de 2,016 y convocar elecciones escocesas para entonces declarado esa fecha como el día de la independencia pero debe tenerse muy presente que hay elecciones generales en el Reino Unido en 2.015, o sea que ese factor puede aún ralentizar más las negociaciones y hacer que hasta 2.017 o 2.018 no se consiga un acuerdo y preparar el terreno para la constitución del Estado escocés.
En definitiva Escocia tiene dos futuros por los que debe escoger el 18 de septiembre: Con el SI se convertiría en una nación independiente con las características económicas y de Relaciones Internacionales comentadas, mientras que con el NO avanzaría en el autogobierno (promesas pactadas por conservadores, laboristas y liberaldemócratas para que el NO gane votantes) completándose aún más la "devolución" termino como llaman los nacionalistas la transferencia de competencias de Londres al parlamento escocés. En ese futuro permaneciendo en el Reino Unido se le asignarían nuevas competencias entre ellas el derecho a gestionar el 60% de su gasto público pero no supondría ganar el federalismo y el derecho sobre el petróleo que llevan muchos años reclamando los nacionalistas (el gobierno británico podría haber desactivado el SI prometiendo el federalismo aunque fuera light pero se ha negado y alegado que no sería viable).
No obstante el resultado electoral puede tener muchas lectura y ser un punto y seguido en caso de que el NO gane por un estrecho margen o facilitar una posición de fuerza por parte del Reino Unido en unas negociaciones de ganar por poco el SI, aunque también desactivar durante muchas décadas al nacionalismo escocés de ganar por gran mayoría el NO un escenario este último que parecen descartar las encuestas.
Almacenado en Geopolítica / Análisis / Áreas / Europa / UE; Europa Occidental
MIGUEL ÁNGEL - 13-09-14