LA INESTABILIDAD DE LA PRESIDENCIA ROTAROTIA
Estamos en Abril a mitad de una presidencia rotatoria de la UE y ya hemos tenido dos Presidentes de
la UE. La compleja y caótica organización de la Unión Europea rige que cada seis meses un país miembro ejerce
la Presidencia de la UE. Durante ese periodo de tiempo el gobierno del país en cuestión se convierte en el organizador y moderador de las cumbres comunitarias, representa a los europeos a nivel internacional y trata de afrontar los problemas que acucian a la UE.
Es por tanto una responsabilidad muy grande que requiere estabilidad y saber hacer.
Hasta ahora durante lustros hemos estado funcionando así sin excesivos problemas derivados, aunque muchas voces se mostraban contrarias ya de por si a este sistema, pero ha sido ahora cuando se ha revelado con gravedad el mal que nos acucia y que demuestra que este tipo de organización no solo es paralizante sino también causante de inestabilidad.
Este primer semestre de 2.009 el turno de presidencia rotatoria le tocaba a la República Checa y el señor Topolanek como Primer Ministro checo se encargo de ejercer como toca de Presidente de la UE, hasta ahí todo bien. Pero en su propio país se aprobó hace unos días una moción de censura de la oposición que le ha desbancado del poder en la República Checa siendo sustituido por el señor Fischer ¿Qué es lo que ha pasado entonces? Pues que se ha paralizado la maquinaria institucional de toda la UE por un suceso interno de un país miembro y destruido la labor de la presidencia rotatoria del primer semestre de 2.009. Ahora Fischer remplaza a Topolanek tratando de arreglar este desaguisado pero se han tirado seis meses (los tres transcurridos y los tres que quedan).
Es evidente que no podemos seguir por este camino y aunque en parte sea beneficiosa la presidencia rotatoria, implica de lleno cada vez a un país miembro y este enfoca desde su visión los problemas europeos, nos perjudica enormemente restando estabilidad y disminuyendo los progresos. Además se necesita continuidad durante varios años en la Presidencia de la UE porque seis meses dan para poco y apenas da para fijar posiciones.
La solución es bien fácil y consiste en hacer que en las Elecciones Europeas se vote al Presidente de la UE ganando así en democracia y acabando con las problemáticas presidencias rotatorias.
MIGUEL ÁNGEL - 19 Abril del 2.009
Estamos en Abril a mitad de una presidencia rotatoria de la UE y ya hemos tenido dos Presidentes de
la UE. La compleja y caótica organización de la Unión Europea rige que cada seis meses un país miembro ejerce
la Presidencia de la UE. Durante ese periodo de tiempo el gobierno del país en cuestión se convierte en el organizador y moderador de las cumbres comunitarias, representa a los europeos a nivel internacional y trata de afrontar los problemas que acucian a la UE.
Es por tanto una responsabilidad muy grande que requiere estabilidad y saber hacer.
Hasta ahora durante lustros hemos estado funcionando así sin excesivos problemas derivados, aunque muchas voces se mostraban contrarias ya de por si a este sistema, pero ha sido ahora cuando se ha revelado con gravedad el mal que nos acucia y que demuestra que este tipo de organización no solo es paralizante sino también causante de inestabilidad.
Este primer semestre de 2.009 el turno de presidencia rotatoria le tocaba a la República Checa y el señor Topolanek como Primer Ministro checo se encargo de ejercer como toca de Presidente de la UE, hasta ahí todo bien. Pero en su propio país se aprobó hace unos días una moción de censura de la oposición que le ha desbancado del poder en la República Checa siendo sustituido por el señor Fischer ¿Qué es lo que ha pasado entonces? Pues que se ha paralizado la maquinaria institucional de toda la UE por un suceso interno de un país miembro y destruido la labor de la presidencia rotatoria del primer semestre de 2.009. Ahora Fischer remplaza a Topolanek tratando de arreglar este desaguisado pero se han tirado seis meses (los tres transcurridos y los tres que quedan).
Es evidente que no podemos seguir por este camino y aunque en parte sea beneficiosa la presidencia rotatoria, implica de lleno cada vez a un país miembro y este enfoca desde su visión los problemas europeos, nos perjudica enormemente restando estabilidad y disminuyendo los progresos. Además se necesita continuidad durante varios años en la Presidencia de la UE porque seis meses dan para poco y apenas da para fijar posiciones.
La solución es bien fácil y consiste en hacer que en las Elecciones Europeas se vote al Presidente de la UE ganando así en democracia y acabando con las problemáticas presidencias rotatorias.
MIGUEL ÁNGEL - 19 Abril del 2.009