Se pueden ganar ligas y perder prestigio, fue una frase que acertadamente uso Florentino Pérez contra Ramón Calderón hace unos cuantos años. Ahora estamos en una situación en la que el Real Madrid ha recuperado peso y ya no vive escándalos internos pero deportivamente está sumido en una profunda crisis que le resta prestigio.
No entraré a valorar el papel de Florentino ni su gestión deportiva, eso lo dejare para otra ocasión pues requiere un artículo por si sólo el tema, porque quiero centrarme en el plano deportivo.
Se acusa a los jugadores de falta de intensidad y al equipo en su conjunto de no jugar bien. Acusación muy fuerte la primera, más bien creo que es un efecto psicológico de desazón por la crisis deportiva y por no saber a que juega el equipo, lo cuál esto último provoca desbarajustes graves y hace dudar a los futbolistas sobre a donde dirigirse en el campo. Respecto a la segunda es obvio que el conjunto no juega bien.
Prácticamente la plantilla es la misma que la del año pasado ¿Qué es lo que falla? La falta de llegada de buenos resultados la campaña pasada que llevaron a los jugadores a dudar del camino. Además la sensación de descontrol de los jugadores por parte de Ancelotti ahora ha vuelto con Zidane, mezclándose entre medio con peleas con un Benítez que no supo construir una buena relación con todo el vestuario.
Se percibe por parte de los futbolistas un serio problema de aceptación de un liderazgo fuerte ejercido por los entrenadores, con Mourinho y Benítez hubo tensión por ello, en cambio con entrenadores dóciles como Ancelotti o Zidane no hay confrontación. Esto último conduce a que el equipo no se construye con ideas propias del míster sino contando con la opinión de los miembros de la plantilla, dificultando mucho reñir a los jugadores si estos cometen errores.
El equipo ha vivido grandes cambios tácticos en los últimos meses. Benítez rompió un modelo que aunque con tendencia a lo errático se iba consolidando y luego no se dejó a este desarrollar sus ideas despidiéndole. Se requiere una estabilidad y afianzar los planteamientos tácticos. Por desgracia en un clima de crisis es muy difícil lograr construir un nuevo modelo futbolistico y ello perjudica gravemente a Zidane, un entrenador que ahora deberá demostrar si tiene carácter para dirigir al club blanco.
A día de hoy el Real Madrid necesita más un psicólogo para los jugadores, un entrenador que sea capaz de hacerles asumir actitudes como la garra o asimilar las ideas tácticas que no les choquen.
Publicado en MAP Sports
MIGUEL ÁNGEL - 1-3-16
No entraré a valorar el papel de Florentino ni su gestión deportiva, eso lo dejare para otra ocasión pues requiere un artículo por si sólo el tema, porque quiero centrarme en el plano deportivo.
Se acusa a los jugadores de falta de intensidad y al equipo en su conjunto de no jugar bien. Acusación muy fuerte la primera, más bien creo que es un efecto psicológico de desazón por la crisis deportiva y por no saber a que juega el equipo, lo cuál esto último provoca desbarajustes graves y hace dudar a los futbolistas sobre a donde dirigirse en el campo. Respecto a la segunda es obvio que el conjunto no juega bien.
Prácticamente la plantilla es la misma que la del año pasado ¿Qué es lo que falla? La falta de llegada de buenos resultados la campaña pasada que llevaron a los jugadores a dudar del camino. Además la sensación de descontrol de los jugadores por parte de Ancelotti ahora ha vuelto con Zidane, mezclándose entre medio con peleas con un Benítez que no supo construir una buena relación con todo el vestuario.
Se percibe por parte de los futbolistas un serio problema de aceptación de un liderazgo fuerte ejercido por los entrenadores, con Mourinho y Benítez hubo tensión por ello, en cambio con entrenadores dóciles como Ancelotti o Zidane no hay confrontación. Esto último conduce a que el equipo no se construye con ideas propias del míster sino contando con la opinión de los miembros de la plantilla, dificultando mucho reñir a los jugadores si estos cometen errores.
El equipo ha vivido grandes cambios tácticos en los últimos meses. Benítez rompió un modelo que aunque con tendencia a lo errático se iba consolidando y luego no se dejó a este desarrollar sus ideas despidiéndole. Se requiere una estabilidad y afianzar los planteamientos tácticos. Por desgracia en un clima de crisis es muy difícil lograr construir un nuevo modelo futbolistico y ello perjudica gravemente a Zidane, un entrenador que ahora deberá demostrar si tiene carácter para dirigir al club blanco.
A día de hoy el Real Madrid necesita más un psicólogo para los jugadores, un entrenador que sea capaz de hacerles asumir actitudes como la garra o asimilar las ideas tácticas que no les choquen.
Publicado en MAP Sports
MIGUEL ÁNGEL - 1-3-16