Como se puede apreciar la crisis de los equipos no solo se ve con los resultados sino también con el juego. Y en Moscú lo pudimos ver muy bien.
El Real Madrid realizó un encuentro pésimo en casa del conjunto ruso. En el cuál faltó actitud inicial y luego no dio la impresión de ser el actual campeón de Europa.
Hay muchas cuestiones que pueden estar ligadas a ello.
En primer término está la falta de a que se juega. La ausencia de Modric e Isco mostró un Madrid que en teoría debía salir rápido sin tocar en exceso, dado que tenía a Casemiro con Kroos y Ceballos en el once, y marcar con la LBA (Lucas Vázqurz, Benzema y Asensio). Esto no es así cuando juega Modric pues se busca un equilibrio entre ello y el toque, algo que ya intentó en Bilbao cuando no puso a Casemiro pero si toque y ataque con tridente pero fallando en el centro del campo.
Como se observa hay un todo y no poder, una falta de definición y unos cambios de actuación que confunden al equipo e impiden una continuidad.
Entrando en la falta de gol debe tenerse en cuenta que con el modelo actual y la ausencia de Cristiano se le exige a Benzema marcar una mayor cantidad de goles, cuando él es un 9 asociativo y no un killer. Los factores determinante para el fallo es que Modric aporta manos al ataque por su fatiga y que Asensio no está logrando estar a un nivel cercano al de Cristiano en parte porque llega menos al área al hacer más trabajo de nada, en este sentido la ausencia de Marcelo le obliga a ello.
También debe decirse que la alternativa vista en Moscú los últimos minutos de juntar a Benzema con Mariano no es tan aceptable porque si bien pone a Benzema en su sitio como segundo delantero sin presión permitiéndole asociarse sin presión por marcar resulta que el 9 de referencia es un imperbe, ya que Mariano no está aún preparado para ser un killer pero a tener potencial.
La recuperación de los lesionados permitirá conseguir victorias pero la crisis de juego permanecerá hasta que Lopetegui se decida por algo coherente y solucione la falta de gol.
Publicado en MAP Sports
El Real Madrid realizó un encuentro pésimo en casa del conjunto ruso. En el cuál faltó actitud inicial y luego no dio la impresión de ser el actual campeón de Europa.
Hay muchas cuestiones que pueden estar ligadas a ello.
En primer término está la falta de a que se juega. La ausencia de Modric e Isco mostró un Madrid que en teoría debía salir rápido sin tocar en exceso, dado que tenía a Casemiro con Kroos y Ceballos en el once, y marcar con la LBA (Lucas Vázqurz, Benzema y Asensio). Esto no es así cuando juega Modric pues se busca un equilibrio entre ello y el toque, algo que ya intentó en Bilbao cuando no puso a Casemiro pero si toque y ataque con tridente pero fallando en el centro del campo.
Como se observa hay un todo y no poder, una falta de definición y unos cambios de actuación que confunden al equipo e impiden una continuidad.
Entrando en la falta de gol debe tenerse en cuenta que con el modelo actual y la ausencia de Cristiano se le exige a Benzema marcar una mayor cantidad de goles, cuando él es un 9 asociativo y no un killer. Los factores determinante para el fallo es que Modric aporta manos al ataque por su fatiga y que Asensio no está logrando estar a un nivel cercano al de Cristiano en parte porque llega menos al área al hacer más trabajo de nada, en este sentido la ausencia de Marcelo le obliga a ello.
También debe decirse que la alternativa vista en Moscú los últimos minutos de juntar a Benzema con Mariano no es tan aceptable porque si bien pone a Benzema en su sitio como segundo delantero sin presión permitiéndole asociarse sin presión por marcar resulta que el 9 de referencia es un imperbe, ya que Mariano no está aún preparado para ser un killer pero a tener potencial.
La recuperación de los lesionados permitirá conseguir victorias pero la crisis de juego permanecerá hasta que Lopetegui se decida por algo coherente y solucione la falta de gol.
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