Ambas formaciones situados a las antípodas políticas han optado por mantener su línea ideológica y no acercarse a sus archienemigos, ni las CUP a Convergència ni Unió a ERC.
Al igual que le paso a Unió es muy probable que las CUP sufran una escisión y al menos Poble Lliure se pase a Junts pel Sí. Dicho sea de paso es contradictorio que por muchas escisiones de las que se alimente JxSí, los separados del PSC que formaron Més o Demócratas de Catalunya que se constituyó entre los escindidos de Unió, nunca consigue capitalizar en votos esas fugas y únicamente obtiene los de la suma Convergència-ERC.
¿Qué pasaría si los militantes de estas dos últimas formaciones también fuesen consultados sobre la estrategia independentista a tomar?
El escenario que se abre en Cataluña es complicado.
Parece que se repetirán elecciones en marzo, unas en las que el movimiento independentista puede perder por falta de ilusión y debido también a una mayor movilización del voto cinstitucionalista tras la aprobación en noviembre de la moción de desconexion que promovieron los independentistas, aunque no es descartable una investidura antes del día 10 de enero. Hay varias posibilidades para que se de esto último.
Junts pel Sí puede optar por presentar otro candidato ya sea por presiones de ERC o por interés de Convergència por mantener el poder. También es posible que Artur Mas opte por un acuerdo con Catalunya si que es Pot, renunciando a la construcción nacional y volviendo a posiciones del derecho a decidir que levantaba más consenso, o bien opte por el respaldo del PSC (Catalunya se ha construido políticamente hasta hace 3 años por los pactos generales entre CIU y PSC en virtud del catalanismo aunque se disputasen el poder) pero ello supondría dormir el procés unos años. La otra opción es maquiavelica, pues supondría que Artur Mas tratase de forzar su investidura y consiga al menos dos deserciones de diputados de la CUP hacia JxSí votando a favor de Artur Mas.
Esta semana marcará el futuro de Artur Mas y quizás el del procés independentista. Habrá que ver las reacciones internas de JxSí y si Artur Mas es capaz de jugar una última carta.
Almacenado en Geopolítica / España / Panorama Autonómico
Publcado en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL - 3-1-16