La reunión entre el Presidente y el jefe de la oposición dio esa imagen. Saliendo ambos reforzados, un win win para los dos. Pues el primero quedo como un estadista y el segundo como responsable.
En cambio la reunión entre Mariano Rajoy y Albert Rivera fue un inmenso error para el líder del PP. Pues le entregó un megáfono al cabeza de Ciudadanos.
Corre el riesgo el partido gobernante actual que al igual que en Cataluña sea Ciudadanos quien haga vanguardia de la defensa de la unidad nacional.
El error lo arreglo en parte quitando le cuota mediática ese mismo día a Albert Rivera llevando a Pablo Iglesias a La Moncloa. Lo cual además le sirvió para quedar bien oyendo a todos, su intención inicial de excluirle de la ronda fue muy criticada, y para tanto obligar a Podemos a pronunciarse sobre el tema catalán (en el que se ahogo en las elecciones catalanas) como para debilitar al PSOE (devolviendo a Podemos a la palestra mediática).
En política unas fotos suman y otras restan. Más le hubiese válido a Mariano Rajoy para sus intereses invitar solo a Pedro Sánchez a La Moncloa, ello se habría entendido pues tanto Ciudadanos como Podemos son formaciones aun extraparlamentarias en el Congreso de los Fiputafos, así Albert Rivera no le abría robado la bandera. Aunque excluirles habría dado una respuesta menos fuerte a los independentistas catalanes.
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MIGUEL ÁNGEL - 1-11-15