Estado tras Estado los votantes van perfilando el partido que quieren, tanto en el bando demócrata como en el republicano, y los candidatos van cayéndose sobreviviendo solo los que más apoyo reciben.
La irrupción de Trump y Sanders muestra una lucha entre el establishment y la alternativa. La elección de Obama en 2.008 cambio la política estadounidense, una evolución facilitada por el cambio de la mentalidad entre los ciudadanos de esa nación y que ya venía gestándose desde el fin de la Guerra Fría, las redes sociales y el debate que vivió EEUU en la primera década del nuevo milenio (guerra de Irak, crisis financiera, etc).
En el campo demócrata los jóvenes fundamentalmente están dando su apoyo a Sanders, partidario de un giro a la izquierda, frente a Hillary que representa al típico candidato demócrata moderado y de las altas esferas pero con cierto aire rompedor.
En cambio en el bando republicano no ha sobrevivido ningún candidato del establishment, de hecho el gran candidatable Jeb Bush fracasó estrepitosamente pese a representar importantes intereses y ser el conservador republicano natural. Trump, Cruz y Rubio combaten en un revolucionado Partido Republicano.
La nación que ha vivido más de dos siglos de democracia está renovando su política.
El electorado demócrata quiere algo continuista con Obama, que rompió moldes y quiso hacer unas reformas que dejó a medias en su mayoría por el bloqueo republicano en las cámaras, y tanto Sanders como Hillary dicen seguir esa línea. La diferencia es que el senador por Vermont pretende ir más allá proponiendo ir más lejos que el actual Presidente afroamericano, mientras la ex Primera Dama se conforma con la situación actual y si se puede completar moderadamente algunas de las reformas que se deja a medias Obama.
En las Primarias anteriores ya causó cierto revuelo el señor Ron Paul, quien era rompedor en el campo republicano y quería recuperar el aislamiento de EEUU imperante a principios del s. XX. De hecho cuatro años antes el republicano rebelde, John McCain, que también se las vio con Ron Paul, logró la nominación.
Puede decirse que el conservadurismo republicano está siendo sacudido por movimientos reformuladores o rupturistas, como el Tea Party, que quieren radicalizar el Partido Republicano.
EEUU está viviendo una auténtica evolución política que vivió su primer paso reseñable en 2.008 y que ahora puede eclosionar en algo nuevo más. Incluso dentro de unos años quizás esa esta evolución se califique como revolución.
Es difícil determinar si el establishment y el tradicionalismo de los partidos aguantará pero aunque ganen la nominación los menos radicales el proceso no acabará aquí. Cualquier posibilidad para reducir el efecto de los cambios sería la nominación de Hillary en la arena demócrata mientras en terreno republicano un tándem conformado por Cruz como candidato a Presidente y por Rubio como candidato a Vicepresidente, aún con esos personajes se seguiría en la línea del cambio de ciclo político.
El proceso final puede provocar la ruptura o metamorfosis de los dos grandes partidos, la reforma del sistema político estadounidense y unos EEUU diferentes a los actuales.
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Publicado en Debate21 y en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL - 26-2-16