El Primer Ministro y su gobierno tuvieron que dimitir cuando el Parlamento moldavo aprobó una moción de censura al romperse la coalición gobernante mientras se producen importantes protestas.
Aterrizando en el escenario político moldavo se divisan cuatro partidos importantes; El Partido Liberal Democrático, el Partido Comunista, el Partido Democrático y el Partido Socialista.
Todos ellos son pro europeístas salvo el Partido Socialista que quiere un acercamiento con Rusia, aunque los comunistas han enfriado su apoyo a la integración europea en los últimos años desde que están en la oposición. El país firmó el tratado de Asociación Oriental con la UE hace más de un año.
Las protestas masivas convocadas por Dignidad y Verdad, una plataforma ciudadana, y a la que se han sumado recientemente los socialistas, reivindican nuevas elecciones en el país y responsabilidades por la desaparición de más de mil millones de Euros.
El dinero desapareció tras ser adquiridos los tres principales bancos por socios aparentemente que no estaban conectados entre sí. Una vez cambiados de dueños se produjeron extraños movimientos financieros que acabaron con la desaparición del dinero pese a los intentos del gobierno moldavo de detener lo que estaba ocurriendo.
Con una economía ya precaria sin una buena parte de sus fondos el país se encamina dividido políticamente hacia una crisis de gran calado entre la contestación popular. Figurando para colmo como una pieza de ajedrez en el tablero entre Rusia y Occidente, con un Kremlin reacio a que le coman más piezas tras perder Ucrania y una UE preocupada por la estabilidad de un país con conflictos internos que pueden desestabilizar la zona al estilo del este de Ucrania.
La preocupación de la Unión Europea se debe a que Moldavia es un país que tiene dentro un Estado de facto independiente que alcanzó esa posición gracias a los acuerdos de alto el fuego. Ese autoproclamado país no reconocido internacionalmente es Transnitria, el cual depende económica y técnicamente de Rusia quien es además el garante de su status quo a pesar de que el gran país eslavo no reconoce la independencia del territorio.
Eso en cuanto al este de la nación pero es que en el sur está el territorio autónomo de Gaugazia que es étnicamente diferente del resto del país.
Un foco de enorme desestabilidad todo ello de llegar a explotar.
En este difícil panorama el Presidente Nicolae Timofti nombró Primer Ministro a Gheorghe Brega encargandole formar gobierno. Un intento que está siendo bloqueado por unas negociaciones complicadisimas entre todos los partidos políticos.
Parece que el bloqueo solo podría ser solucionado por unas elecciones anticipadas pero ello también podría provocar la desestabilidad que tanto se teme que pueda generarse en Moldavia con los riesgos potenciales que tiene.
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MIGUEL ÁNGEL - 20-11-15