En el escenario actual de este conflicto que sufre rebrotes continuos y luego periodos de relativa “calma” se han dado varias circunstancias muy importantes; La primera que Al Fatah y Hamas gobiernan juntos tras reconciliarse algo muy criticado por Israel, ya que este último grupo palestino no acepta al Estado de Israel y quiere destruirlo. Y la segunda que ha surgido una reacción civil radical en la sociedad israelí a través de unos individuos que se han tomado la justicia por su mano replicando a la muerte de tres israelíes por parte de terroristas palestinos.
Hay que tener muy en cuenta que en este conflicto hasta ahora los grupos terroristas palestinos atacaban e Israel respondía, cuando no atacaba Israel primero ante amenazas, actuando el Estado Hebrero como un organismo con sus protocolos y de forma organizada como país que es midiendo su respuesta pero en cambio esto ahora se ha roto con la reacción de parte de su población civil. Por tanto se entra en una nueva fase peligrosa que recuerda mucho a la formación de Israel cuando existían varios grupos terroristas judíos como el Irgun a parte de la oficial Hagana más moderada y organizada.
Es significativo el ciclo de violencia periódico entre Hamas e Israel. El primero necesita combatir a Israel por ideología así como por ganar protagonismo y el segundo responder para proteger su seguridad nacional, viéndose enzarzados esta vez tras la reacción israelí al secuestro de los tres civiles israelíes. Pero veamos qué consecuencias pueden derivarse de esto; Hamas quiere potenciarse pero a la vez mantener su capacidad, una capacidad muy difícil de mantener si gasta su arsenal y sufre pérdidas importantes pues Israel le tiene sometido a un gran cerco que por desgracia afecta a la población civil de Gaza, por lo que no le conviene una lucha a muerte con Israel sino rebrotes puntuales y firmar tablas ganando prestigio así como manteniendo su capacidad de combate. En cambio Israel no está nada cómodo con la situación actual pues desea asegurar su seguridad definitivamente por ello que en cada ataque reaccione virulentamente estudiando incluso una incrusión por tierra para erradicar a Hamas que sería muy costosa tanto para sus fuerzas armadas como para la población civil de Gaza y en credibilidad internacional. Un tercer actor es Al Fatah que está seriamente preocupado por como gana prestigio Hamas combatiendo a Israel sentándose a mirar como este e Israel se enzarzan, para su líder Abbas sería positivo que Israel le hiciera el trabajo sucio de acabar con la capacidad de Hamas a la vez que la escalada en vidas civiles palestina provoca un aumento de apoyos a la causa de Palestina internacionalmente. Aunque también hay que tener en cuenta la política de Israel en la que la extrema derecha de Liberman exigue volver a establecer asentamientos en la Frnja de Gaza presionando para ello a un Netanyahu que siendo de derechas no puede permitirse flojear en este conflicto habiendo hecho bandera incluso del peligro del programa nuclear iraní.
En estas crisis es curioso como acaban siempre con la mediación de Egipto y luego dan lugar a reaperturas de negociaciones de paz entre la ANP e Israel…Pero ¡oh! Ha habido cambios en Egipto y falta ver si Egipto mantiene no solo su papel de paz sino si está deseando el final de Hamas, pues el movimiento palestino en cuestión coqueteo con los Hermanos Musulmanes egipcios cuando estaban en el poder y de hecho fue crítico cuando el ejército egipcio derroco al islamista Mohammed Mursi. Sea como sea ni Israel puede permitirse un alto precio en credibilidad internacional y Hamas no desea perder su potencial, así que se vislumbra una solución diplomática pero habrá que ver quien la hace ya que si se debe esperar al Consejo de Seguridad de la ONU inoperante para resolver conflictos de envergadura como los de Oriente Medio se puede provocar que la situación se rompa, viéndose uno de los dos o los dos abocado/s a romper la baraja y entrar en una nueva fase aún más peligrosa.
Miguel Ángel – 12-7-2.014