Es de vital importancia relacionar los sucesos que se están dando en Ucrania con el proceso posterior a la disolución de la Unión Soviética. Rusia decidió crear la Comunidad de Estados Independientes para tratar de mantener un cierto control sobre las repúblicas nacidas de la extinta URSS pero de entrada las del mar Báltico (Estonia, Letonia y Lituania) se negaron a entrar, pero sus proyectos en ella no fueron siempre apoyados y su influencia fue rebatida mediante la creación de la GUAM (Georgia, Ucrania, Armenia y Moldavia), además permaneciendo Turkmenistán medio al margen por su régimen político islámico y Azerbaiyán que no se compromete con nadie. Todo ello agravado por enfrentamientos directos entre naciones de la CEI como entre Armenia y Azerbaiyán por el tema de Nagorno-Karabaj, los problemas internos de Georgia con las separatistas Osetia del Sur y Abjasia, la guerra civil de Tayikistán, etc
Esta situación impidió al Kremlin crear las organizaciones de integración que le hubiese gustado y le obligó a actuar de una forma u otra conservando lo que pudo pero perdiendo lo que no consiguió salvar y granjeándose como enemigos a quienes perjudico.
Lo que más le ha importado al país de los Urales ha sido conservar y construir una relación especial con Ucrania, pues ambos países eran los principales motores de la URSS y tienen una gran relación histórica y cultural. Ello desde el principio no fue fácil debido a que Kiev sin romper en ningún momento con Moscú, salvo el paréntesis de la revolución naranja, jugo a dos bandas entre Occidente y Rusia desarrollando cooperación pero sin llegar a vincularse completamente con el Kremlin. En ello se hallaba Yanukovich, ex Presidente de Ucrania, cuando el movimiento popular del Euromaidan le echo en los brazos del Kremlin pero fue derrocado. Lo que vino a continuación es lo conocido; El gobierno ruso alarmado decidió salvar los muebles y proteger sus líneas rojas, la base naval de Sebastopol, recurriendo a la invasión de Crimea tratando a su vez de escindir Ucrania en dos estados, uno ucraniano en la zona oeste y otro pro ruso tanto al este como al sur que se situaría en su zona de influencia.
Aparte del apartado estratégico la nación euroasiática debe hacer frente a las sanciones que le ha impuesto Occidente por su actuación Ucrania. Estas sanciones son bastante duras y aparte de impedir viajar a jerarcas y altos funcionarios del Estado ruso así como tener actividades financieras, se le ha impuesto un embargo de armamento llegando incluso Francia a cancelar la entrega a la marina rusa de dos fragatas portahelicópteros valoradas en alrededor de mil quinientos millones de Euros, impedimento a bancos rusas de adquirir créditos, cancelación de tratos de cooperación en el sector del petróleo de Rusia y la prohibición de exportación de maquinaria de extracción de crudo al país de los Urales. Ello significa que Rusia no tiene acceso a comerciar con países desarrollados en el sector armamentístico, no puede encontrar los recursos para financiar su economía ni aumentar su producción de crudo, debiendo aceptar vender parte de sus acciones en el rico pozo de petróleo de Vankor a China, Rosneft despedirá a la cuarta parte de trabajadores de su sede central donde trabajan cuatro mil empleados y solicita al gobierno ruso una ayuda de treinta y un mil millones de Euros para recuperarse.
Con tal de contraatacar y haciendo ver a quienes la sancionaron de que de seguir por ese camino podían salir escaldados Rusia decidió imponer sanciones a quienes se las habían impuesto. Recurrió a cancelar la importación de alimentos de todas esas naciones, el gigante ruso importa el 4% de las patatas, el 30% de la carne bovina, el 20% de los lácteos y la carne de cerdo, y de un 10%. de la carne de ave, empezando a buscar países que le suministren en estos productos.
No obstante las consecuencias de las contrasanciones han sido dañinas para la economía rusa pues aparte de tener que buscar alimentos rápidamente, las reservas en agosto de comida por ejemplo de Moscú solo aguantarían mes y medio, no lográndose en algunos casos las adquisiciones produciéndose desabastecimiento en varias regiones del país. Teniendo que recurrir a levantar la prohibición a la importación de leche y lácteos sin lactosa, así como hortalizas de siembra, tales como patatas, cebolla, maíz híbrido, aditivitos biológicos y guisantes. El precio de la importación de alimentos de Brasil y Argentina se ha disparado en algunos productos hasta el 50%, mercados donde Rusia ha ido en primer lugar sin obviar Bielorrusia de donde consigue leche, los precios han subido extraordinariamente situándose la media de este crecimiento en el 15% y a las familias les cuesta mucho llenar la cesta de la compra.
Debe sumarse a esta situación que Rusia ha entrado en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos con un crecimiento inferior al 1% y ello que aún no se había producido el efecto de las sanciones.
Divorciado de Occidente y de los aliados de este ahora el Kremlin debe buscar nuevos socios. La mirada se centra en China y en el espacio post-soviético.
En cuanto al gigante asiático la relación de Rusia con él había sido de cooperación y recelo, por ejemplo la exportaciones de armamentos se cancelaron en varias ocasiones por la copia que hacían los chinos sin respetar la patente rusa, ya que son dos superpotencias por tanto compiten entre sí, y a Moscú le preocupa el lejano oriente ruso donde la presencia de China es bastante grande. No obstante ahora el Kremlin debe decidir si entregarse o bien venderse lo menos posible, de momento ya ha claudicado hace pocos meses en el precio del gas que venía años negociando con China, y posiblemente reanude su exportación de armas avanzadas a Pekín.
Respecto al espacio post-soviético el gobierno del país del Volga ya estaba construyendo la Comunidad Euroasiática con Kazajistán y Bielorrusia, convenciendo y presionando a Armenia para que se sumase a la misma. El primer proyecto de la misma es la Unión Aduanera para crear un mercado común conjunto, actualmente existe un Tratado de Libre entre algunos países de la CEI incluyendo Ucrania y del cual Moscú amenaza con excluir a Kiev por su firma de la Asociación Oriental con la UE. Además seguro que se buscara la intensificación del Tratado de Seguridad Colectivo que tiene firmado con varios países (Bielorrusia, Kazajistán, Armenia, Kirguizistán y Tayikistán) y que hasta ahora había intensificado principalmente la cooperación militar con Bielorrusia haciendo con ella un sistema conjunto de defensa antiaérea.
Es curioso que ahora Rusia se vuelque en aumentar su cooperación con Asia Central y busque asegurarse sus recursos cuando a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa había una corriente de pensamiento político en Rusia, la cual afirmaba que Rusia nunca llegaría a despegar si no se deshacía del lastre de Asia Central. Aquello probablemente influyo en Boris Yeltsin para independizar a la fuerza a las naciones de Asia Central en vez de estudiar integrarlas en Rusia cuando pacto tanto con Bielorrusia como con Ucrania la salida de la Unión Soviética, lo que causo la dimisión de Gorbachov y la desaparición de la URSS.
Debe andarse con cuidado también el país siberiano con la vinculación a los países de la CEI, organización por cierto ya muerta con la salida de Georgia y ahora tanto de Ucrania como de Moldavia, pues los ha ido atrayendo tanto con promesas como con presiones. De hecho Rusia en descuentos por precio del gas a Bielorrusia pierde tres mil millones de Dólares y ahora ciento cuarenta millones de Dólares por el descuento acordado con Armenia para atraerla a la Unión Aduanera pro no mencionar las pérdidas para los productos rusos por el levantamiento de aranceles.
Tanto en la cooperación con China como con sus vecinos de Asia Central está la Organización de Cooperación de Shanghái que abarca a Rusia, la citada Chida, Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán. Aquí también debe jugar Moscú bien sus cartas no vaya a ser que pierda Asia Central ante Pekín. Esta organización podría ser ampliada con la entrada de Bielorrusia, Irán, Pakistán, India y Mongolia hasta ahora países observadores de la organización.
Hablando de Pakistán y la India el Kremlin trata de hacerles llegar su gas para no depender solo de China, temiendo que su suministro de gas a Europa se complique y tiene motivos pues Ucrania, a quien Gazprom ya ha cerrado el grifo pueda bloquear el paso de crudo, y también por Bulgaria que ha detenido la construcción del South Strem por su territorio (este proyecto junto con el North Stream le permitiría a Rusia facilitar gas a la UE sin tener que bombear gas por los países de la extinta Unión Soviética). Pero la inestabilidad de Afganistán y el avance Talibán en ese país le obligan otra vez a depender de China tratando de conseguir su apoyo para que un ramal del proyectado gasoducto Altay se dirija al subcontinente indio, de hecho ese gasoducto citado junto con el denominado “La Fuerza” suministrara gas a China el volumen necesario para cumplir con el acuerdo gasístico reforzando la capacidad exportadora del actual gasoducto Sajalín-Jabarovsk-Vladivostok (que ni siquiera está conectado con el resto de la red rusa aunque hay planes para que esto deje de ser así).
También con Irán puede incrementar su cooperación y de hecho en los próximos meses el Presidente de Irán acudirá a Moscú para fomentar la cooperación. Esto podría provocar un enroque del país persa en las negociaciones con el grupo 5+1 sobre su controvertido Programa Nuclear, y hacer que en las conversaciones por delimitar las aguas territoriales en el mar Caspio, que desde este verano viven una reedición, Rusia deba ceder e incluso procurar un acuerdo beneficioso para Teherán. También en Oriente Medio otra nación señalada es Siria pues no pudiendo permitirse perder aliados el Kremlin sin duda doblara esfuerzos en defender al régimen de al-Assad provocando el recrudecimiento de la guerra civil siria. Por tanto Rusia entraría de lleno como rehén a situarse a favor del eje chií en la guerra fría que libra este contra el Consejo de Cooperación del Golfo.
Más lejos está la relación con los países del ALBA de América Latina, algo interesante a explotar pero la ideología de esos países y tanto su situación interna como declaraciones no hacen segura una cooperación profunda a largo plazo por el momento, aunque a Rusia lo que le importa ahora mismo es el corto plazo.
Precisamente con Venezuela más Irán, Qatar y Argelia podría tratar el país de los Urales de construir un cartel del gas algo que ya se estudió en su momento y era el sueño de Hugo Chávez pero que fue descartado por el gobierno ruso entonces amigo de Occidente. Ahora podría tratar de crearlo y se beneficiaría del seguro apoyo de Caracas y de Teherán aprovechándose de la situación de Qatar, el cual ha visto como se quiebran sus lazos con el Consejo de Cooperación del Golfo por su pretensión de ganar influencia a muy corto plazo apoyando al yihadismo en rivalidad con su resto de socios del citado organismo. No obstante montar este cartel sin la participación de Argelia sería algo incompleto que no tendría un efecto tana acaparador del mercado y desde luego Argel no parece dispuesta a enemistarse con Occidente y en especial con Francia.
Sin aliados el país siberiano cuenta con varios retos que pueden suponerle problemas añadidos como la negociación de un acuerdo de paz con Japón, no han firmados estas dos naciones un texto que zanjase oficialmente la Segunda Guerra Mundial entre ellas, y en este momento de debilidad Tokyo podría arrancar de Moscú la entrega de cuatro de las islas Kuriles que solicita en vez de las dos que solo se ofrece Rusia a concederle. Mantener este contencioso abierto con el país del sol naciente y una postura más agresiva del gabinete nipón debido a ello sería algo muy perjudicial para el Kremlin.
Los retos que debe afrontar Rusia son muchos y variados. No puede permitirse ningún fallo o caerá en auténticos apuros y durante lo que resta de siglo deberá afrontar las consecuencias de lo que decida en los próximos meses y años. Debe hacerse mucho énfasis en recordar que el país de los Urales es una gran potencia y que lo que decida así como lo que derive de sus decisiones tendrá un efecto global.
*Almacenado en sección Geopolítica / Análisis / Áreas / Espacio Postsoviético / Rusia
Miguel Ángel 20-09-14