Y es que la cuestión de los nombres implica también soberanía, ya que un país pretende ejercer su soberanía sobre su territorio el cual debe llamarse de alguna manera. Algunos nombres pueden implicar vinculación al territorio de otras naciones por lo que se pueden crear contenciosos y acabar en guerras.
El que nos ocupa últimamente por su actualidad es el de Macedonia por el acuerdo alcanzado entre los Primeros Ministros de Grecia y de la Ex República Yugoslava de Chipre del Norte.
Al alcanzar la independencia esta última a principios de los noventa se creó un contencioso que ha durado hasta nuestros días. Que llegó incluso a hacer que Grecia estableciese del 94 al 95 un bloqueo económico sobre la parte contraria.
La razón de la disputa es que el término Macedonia hace mención a un reino histórico vinculado a la Grecia Clásica, además el el norte de Grecia se llama igual. Por ende Grecia considera que el término hace mención a parte de si territorio nacional y que podría verse discutida su comprometida su integridad territorial.
El nombre que han pactado para solucionar el entuerto es Macedonia del Norte. Termino que no contenta en absoluto en Grecia y que ha levantado algunas críticas en Macedonia.
Analizando el acuerdo uno puede considerar que no soluciona del todo el problema pero al menos específica que se refiere solo a una porción de territorio que no abarca Grecia aunque eso no se especifique claramente en la denominación. El término Macedonia del Vardar, como es denominada de forma no oficial la República Ex Yugoslava de Macedonia, es más claro pero dicho río desemboca en el Mar Egeo a la altura de Salónica en territorio griego por lo que también hubiese sido problemático el término.
Alcanzar un arreglo satisfactorio no es muy factible dado que para la nación con capital en Skopje debe figurar la palabra Macedonia en la denominación. Lo más más fácil es buscar acompañarla con el nombre de un accidente geográfico o mención histórica que especifique que solo abarca a la Macedonia ex yugoslava.
Muy probablemente la solución está cerca de producirse ahora, aún debe ser ratificado por los órganos internos de los países afectados, dado que la integración de Macedonia en la UE y en la OTAN es algo buscado por muchas naciones en su mayoría socias de ambas partes. Además la salida del polémico Gruevski del poder en 2.016 ha acelerado la apertura y modernización de Macedonia siendo ésta por tanto apoyada más desde el exterior y el nuevo gobierno precisa que sus esfuerzos sean recompensados para integrarse en los canales de Occidente o cundira tanto la decepción como la oposición a las políticas dirigidas a tal fin.
Publicado en Mapeando