El alto el fuego planteado por Rusia y Turquía recela varias cosas que deben analizarse.

Supone que ambas naciones adquieren un estatus para arbitrar en la guerra civil siria. Reforzando su influencia en Siria.
Rusia gana peso y Turquía lo adquiere, desplazando ambos a EEUU del papel que junto con la nación rusa tenía en ese país ya que hasta ahora los altos el fuego se negociaban entre Washington y Moscú.

El escollo fundamental que tenía el Kremlin en su intención de mantener al régimen de Bashar Al-Assad es Erdogan, este hecho condujo al aumento de tensión del derribo de un avión militar ruso por Turquía tras bombardear Rusia a fuerzas turcomanas rebeldes en Siria.
No obstante los hechos de este verano a nivel interno en la nación turca han acercado a Ankara con Moscú, encontrando Erdogan en Putin a su gran apoyo internacional para tomar el poder total de Turquía. Lo único que frena el acercamiento es la posición opuesta que tienen ambos sobre Siria, que de encontrar un acuerdo sobre estas cuestión su relación podrá evolucionar a algo más serio.

Es difícil que tal entendimiento se alcance pero se va a intentar en las negociaciones de paz en Astana (Kazajstán) si es que el alto el fuego que se quiere imponer se mantiene. Tal acuerdo pasaría como mínimo por el aislamiento político y debilitamiento de la de las milicias kurdas en Siria, así como una autonomía para las zonas turcomanas en el norte de Siria y que Rusia abandone su posición hegemónica en Siria para compartir ambos la influencia.

Estamos ante una alteración del actual estatus quo en Siria y el aumento del poder de Turquía en Oriente Medio que ya veremos a donde conduce a medio plazo.

Publicado en Mapeando

MIGUEL ÁNGEL

La resolución de la ONU recientemente aprobada en contra de los asentamientos israelíes en territorio palestino está dando mucho que hablar y con razón.
El motivo fundamental es porque rompe el estatus quo existente hasta la fecha y que ha constituido la política en la zona.

La ruptura de EEUU con Israel después de décadas es una actuación de venganza de la Administración Obama con un gobierno que ha opuesto a su política en Oriente Medio. Las piedras puestas a las negociaciones de paz, proyecto estrella con el que toda administración estadounidense sueña en culminar en éxito, y el discurso de Netanyahu en el Congreso de EEUU contra el acuerdo nuclear del Grupo 5+1 con Irán, sentaron muy mal al Presidente afroamericano.
Hacer un acto a menos de un mes de finalizar el mandato como abstenerse en una resolución de la ONU que no implica consecuencias serias sobre Israel es cuanto más lejos podía llegar Obama para atacar al jefe del ejecutivo israelí, dados los grandes lazos que unen a ambos países.

Los asentamientos que construye Israel en Palestina corresponden a una estrategia para consolidar su dominio en la zona y conseguir recursos agrícolas, algo importante para Israel dado su crecimiento demográfico. Pero también a la cuestión ideológica pues Palestina es parte de la Tierra Prometida.
No obstante también hay algo más enrevesado como es la política interna de Israel. La coalición gobernante del Likud de Centro-Derecha con fuerzas de Extrema Derecha y ultraconservadoras propician que Netanyahu se vea en la necesidad de fomentarlos.

Dada la ideología conservadora en Israel los habitantes de los asentamientos en Palestina suelen ser ortodoxos, elementos que han jugado un rol importante en la política interna de Israel oponiéndose a los cambios y a las negociaciones de paz.
Pensar en su desmantelamiento como hizo Ariel Sharon en Gaza es algo quimérico, no sólo por la mayor dimensión de estos en Cisjordania sino por lo comentado anteriormente y por la toma del poder de Hamás en la Franja de Gaza que ha dado peso a los halcones en el gobierno hebreo.

La resolución de la ONU no es un problema para Israel en la práctica en términos de afectar a su posición estratégica pero si es un torpedo a la política interna de ese país así como debilita enormemente su diplomacia.

Publicado en Mapeando

MIGUEL ÁNGEL