En ella se afirma que se debió un ataque con misiles buk, sistema de defensa antiaéreo ruso. Arrojando la sospecha de la acción sobre los guerrilleros pro rusos.
Esto supone un jarro de agua fría sobre Rusia en un momento en el que le interesa girar página en Ucrania. Pues no le interesa la confrontación con Occidente y le interesa mucho económicamente que se levanten las sanciones que pesan sobre ella. Además ya alcanzó sus objetivos básicos en Ucrania que eran anexionarse la estratégica Crimea, crear un Estado tapón en el este de Rusia (que no ha sido todo lo grande que hubiesen deseado pues ni Jarkov ni Mariupol están dentro) y evitar la entrada de la nación ucrania en la OTAN pues al tener un contencioso con Rusia al igual que pasa con Georgia se opondrán los europeos occidentales a su adhesión.
Por lo que todo lo que no sea congelar el conflicto como en Transnitria es un gran problema para el Kremlin.
El momento también le viene mal porque esta enfrascada en una campaña de lavado de imagen atacando al Estado Islámico, aunque sufre muchas críticas por más bien apuntalar al régimen de Al-Assad y atacar a la oposición moderada.
Moscú se enfrasca por tanto en desacreditar el dictamen de la comisión holandesa.
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MIGUEL ÁNGEL - 15-10-15