La conmoción de la caída de Afganistán nuevamente ante los talibanes debe hacernos reflexionar sobre muchas cosas pero, sobre las que voy a ir análisis amplios en las próximas semanas, pero antes de ello hemos de tratar de comprender lo que ha pasado y los motivos por los que ha ocurrido.
La retirada de las tropas internacionales ha causado el derrumbe del gobierno afgano pero ese solo ha sido el detonante final.
Para entender porque cae un gobierno tras marcharse las fuerzas extranjeras hemos de poner el gran ejemplo de Vietnam. Un proto Estado que es construido desde el extranjero suele tener una base no adaptada a la realidad local y una vinculación que crea dependencia. Esro se hace mayor si su supervivencia depende de otros países.
EEUU ha invertido mucho tiempo y recursos pero no ha visto resultados ni esperanzas serias por lo que ha decidido retirarse tras veinte años, la guerra más larga de EEUU. El coste político era muy elevado y una democracia no puede permitirse eso sin degradarse, al igual que un Estado no puede soportar la ineficacia mucho tiempo sin resultar perjudicado.
La resistencia taliban, motivada por su radicalismo y la fe en sus posibilidades demostradas en el pasado por la resistencia general afgana ante los soviéticos, facilitada por lo geografía del lugar, la pobreza y la carencia de una infraestructura que perder, han provocado que sea tremendamente complicada de combatir. Y EEUU tampoco ha sido capaz de doblegar esa resistencia.
Al igual que en Vietnam sale EEUU mediante una negociación que asegure sus intereses regionales y tape su derrota aunque sea para consumo político interno. Será curioso ir descubriendo ese pacto y comprobar sus consecuencias.
Tanto entonces como ahora la retirada de los civiles que desean marcharse porque temen represalias o temen vivir bajo el régimen de los que van a tomar el poder ha sido caótica y tardía. Y se va a quedar mucha gente atrás, que seguramente sufrirá de una forma u otra pudiendo incluso ser asesinada.