En países donde el presidencialismo y el personalismo en los movimientos políticos es un hecho es lógico que hayan diferencias cuando se producen sucesiones. En el caso de Ecuador es llamativo que están hayan ocurrido tan inmediatamente y es que Moreno es un reformista mientras que Correa esperaba seguidismo con su obra.
La consulta ciudadana que se celebrará sobre una serie de cuestiones, entre la que está abolir la reelección indefinida del Presidente, es el acontecimiento que aprovechará Correa para tratar de hundir a quien ahora llama traidor.
De perder esa consulta Moreno quedará muy debilitado y su partido en ruinas frente a un Correa que ganara mucho crédito e incluso tendría fuerza para forzar un adelanto electoral, en cambio si el actual mandatario triunfa es posible que solo gane aire para poder respirar y retrasar la construcción de la formación Revolución Ciudadana.
Un efecto secundario de todo esto es que la escisión producido en el partido gobernante podría provocar la irrelevancia del resto de la oposición y que gane adeptos de otras formaciones el señor Moreno. Esa sería su única opción de mantener el poder si pierde una buena parte de sus fieles en favor de Correa.
Publicado en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL - 17-1-18