El supuesto ataque de Irán, directo o indirecto, contra las instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí es un acontecimiento peligroso más que incrementa la tensión.
Comenzando por el ataque hay que tener en cuenta que la reivindación de la autoría por parte de los rebeldes hutíes implica cuestiones relevantes.
En primer lugar les da mayor protagonismo internacional, refuerza su posición y socava la superioridad de la coalición suní que está en guerra con ellos. Y en segundo lugar les permite alcanzar un grado suficiente para equilibrar la balanza cara a hipotéticas negociaciones de paz.
En cuanto a la autoría real de los ataques es bastante difícil de creer que haya sido obra suya. Pues implicaría que han alcanzado un gradovde desarrollo tecnológico y militar muy elevado, muy superior a sus teóricas capacidades, que no se plasma en el día a día de la guerra.
Es mucho más plausible pensar que Irán ha participado en ellos, ya sea directamente (algo que implicaría mucho riesgo de guerra) o indirectamente dotando a los rebeldes de dicha tecnología puntualmente, usando el contexto de la guerra entre los mencionados rebeldes y la coalición suní para atacar a Arabia Saudí.
Las razones del ataque pueden ser perfectamente buscar el reforzamoento de sus aliados en Yemen y fortalecer al régimen iraní internamente, a la vez que se va justificando con un incremento de tensión el romper por su parte el acuerdo nuclear, del que ya se ha retirado EEUU.
La tensión cada vez se incrementa más y los intereses de las partes pueden provocar una guerra de facto de ataques y contraataques sin entrar en una guerra declarada, ya que el punto de ruptura se acerca con cada nueva acción y la ventana de oportunidad para responder sin provocar una confrontación bélica se va cerrando.
Publicado en Mapeando (página de Facebook)