La supuesta actividad de Rusia para conseguir que ganase las elecciones Trump de confirmarse sería un acto gravísimo. De unas dimensiones sin perangon. Incluso podría considerarse un acto de guerra.
Todos los países cuentan con un sistema político creado por circunstancias históricas, por la acción de su gente en el tiempo y que se sustenta por factores propios en la mayoría de los casos. Influir en esto supone cargarse la independencia y capacidad de las gentes de ese país para elegir su propio destino, es como si indirectamente se hiciese una intervención y se cambiase al gobierno por uno que fuese más beneficioso o bien satélite en favor de la nación interviniente. Casos como este último se han visto mucho a lo largo de la historia, como por ejemplo Checoslovaquia y Afganistán por parte de la URSS o Granada e Irak por obra de EEUU.
Suponiendo que fuese cierto que el Kremlin maquinó la victoria de Trump y que fue clave para ello se trataría del triunfo absoluto de Rusia sobre EEUU, habiendo logrado violar su soberanía nacional en beneficio propio.
Es difícil creer que algo así haya ocurrido por lo que supone. Pero de haber sido así supondría también que el modelo democrático occidental, y exportando a otras partes del mundo como a Japón por ejemplo, es tremendamendamente vulnerable.
Muchas veces unas elecciones se han inclinado hacia un bando u otro según estrategias de campaña bien elaboradas para crear un clima beneficioso a un candidato e incluso un rival en liza llegaba a los comicios marcado por escándalos. Sin embargo que un país extranjero pone en marcha una maquinaria para marcar la campaña electoral de otra nación es algo completamente diferente.
La CIA y el FBI serían culpables de negligencia de confirmarse los hechos pues son organismos que deben asegurar la supervivencia del régimen político estadounidense.
De ser cierta la acusación sería algo gravísimo y de ser falso se trataría de una estrategia política. Esta última consistiría en un acto de temor a la desesperada y en un sacrificio de la credibilidad de sus propios servicios de seguridad e inteligencia para o bien hacer caer pronto a Trump, que sería sustituido por un republicano del establishment, o bien un freno a Trump en sus intenciones de desarrollar amistad con Putin para que el pueblo estadounidense no crea que puedan ser ciertas las acusaciones.
Publicado en Mapeando
MIGUEL ÁNGEL